Los países del Cercano Oriente y África del Norte contarán con el apoyo incondicional de la FAO en su lucha por contener la propagación del picudo rojo de las palmeras, una de las plagas más invasivas del mundo, aseguró el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, José Graziano da Silva.
Al intervenir en la Reunión de Donantes sobre el picudo rojo de las palmeras en Abu Dhabi, Graziano da Silva agradeció a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) su contribución de 2 millones de dólares EEUU al programa regional quinquenal de la FAO para combatir el picudo rojo de la palmera.
El director general expresó igualmente su gratitud a Libia por su aportación de 250 000 dólares EEUU, y confirmó que la FAO seguirá promoviendo la colaboración regional e internacional para controlar y erradicar la plaga. Entre otras contribuciones anteriores figuran 2 millones de dólares EEUU de Arabia Saudita y 100 000 dólares de Omán.
“Contener, combatir y, en última instancia, erradicar el picudo rojo de las palmeras es posible, y la FAO está a la vanguardia de los esfuerzos en este sentido”, aseguró Graziano da Silva.
El picudo rojo de las palmeras (también denominado gorgojo rojo de la palma) es un insecto originario del Sudeste asiático que se ha propagado rápidamente por el Cercano Oriente y África del Norte, y es la plaga más peligrosa y destructiva de las palmeras a nivel mundial. Al alimentarse del tejido en desarrollo de los árboles desde el interior, es muy difícil de detectar durante las primeras etapas de la infestación.
Es sobre todo el caso de los países árabes, que representan alrededor del 77 por ciento de la producción mundial de dátiles, así como casi el 70 por ciento de las exportaciones a nivel mundial.
Junto a otras especies, la plaga transfronteriza amenaza a la palmera datilera, que, según Graziano da Silva, “tiene una larga tradición en sostener las vidas y medios de subsistencia de los seres humanos en zonas cálidas y áridas” y es una “fuente fundamental de ingresos y seguridad alimentaria para las comunidades rurales, así como un elemento importante que contribuye a las economías nacionales de los países de la región”.
El papel de la FAO y el apoyo necesario
El programa regional quinquenal de la FAO para el picudo rojo beneficiará a todos los países de la región del Cercano Oriente y África del Norte y se espera que llegue a millones de agricultores. El coste total de la iniciativa es de 20 millones de dólares.
En su intervención en la reunión de donantes, Graziano da Silva esbozó las líneas generales del programa, que se centra en tres elementos interrelacionados: investigación, desarrollo de capacidad y transferencia de conocimientos y tecnología. El programa, señaló el responsable de la FAO, se basa en un enfoque de manejo integrado de plagas, que ha tenido especial éxito en Mauritania, donde se ha frenado la propagación del picudo rojo de las palmeras, gracias sobre todo a la participación activa de los agricultores y sus cooperativas.
Hace dos años, la FAO organizó una Consulta científica y Reunión de alto nivel en Roma para aunar esfuerzos en la lucha contra el picudo rojo de las palmeras. La FAO también ha unido fuerzas con destacados socios, como el Premio Internacional Khalifa para la palma datilera y la innovación agrícola; la Organización Árabe para el Desarrollo Agrícola; el Centro Internacional de Investigaciones Agrícolas en Zonas Áridas (ICARDA), el Centro Internacional de Agricultura Biosalina y el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos del Mediterráneo (CIHEAM) de Bari, en Italia.
La FAO está desarrollando herramientas sencillas -pero potentes- para ayudar a los agricultores a controlar y gestionar mejor el picudo rojo de las palmeras. Una aplicación móvil, SusaHamra, se utiliza para recopilar datos estándar cuando se inspeccionan y tratan los árboles y se comprueban las trampas de feromonas para el picudo rojo de las palmeras. Se está estableciendo una plataforma mundial para cartografiar la información y los análisis sobre el terreno, a fin de mejorar la toma de decisiones. La teledetección se combina con la inteligencia artificial para cartografiar las palmeras, a fin de mejorar la vigilancia ante la propagación de la plaga.
