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Alto nivel de plomo en niños, alerta UNICEF

Un nuevo informe presentado por UNICEF y Pure Earth señala que alrededor de 1 de cada 3 niños –un total de hasta 800 millones a nivel mundial– tienen niveles de plomo en la sangre iguales o superiores a 5 microgramos por decilitro (µg/dL), es decir, el nivel en el que es necesaria una intervención. Casi la mitad de estos niños viven en Asia Meridional.

El informe, The Toxic Truth: Children’s exposure to lead pollution undermines a generation of potential (La verdad tóxica: la exposición de los niños a la contaminación por plomo socava el potencial de una generación) el primero de este tipo, es un análisis de la exposición infantil al plomo realizado por el Instituto de Evaluación de la Métrica de la Salud (IHME) y verificado mediante un estudio aprobado para su publicación en Environmental Health Perspectives.

“El plomo, que apenas presenta síntomas al principio, causa estragos silenciosos en la salud y el desarrollo de los niños, con consecuencias posiblemente fatales”, dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF. “Conocer el alcance de la contaminación por plomo y comprender la destrucción que causa en las vidas de las personas y las comunidades debe inspirar medidas urgentes para proteger a los niños de una vez por todas”.

El estudio señala que el plomo es una potente neurotoxina que causa daños irreparables en el cerebro de los niños. Es particularmente destructiva para los bebés y los niños menores de cinco años, ya que daña sus cerebros antes de que hayan tenido la oportunidad de desarrollarse plenamente, causándoles un deterioro neurológico, cognitivo y físico para toda la vida.

La exposición infantil al plomo también se ha vinculado a problemas de salud mental y de comportamiento, y a un aumento de la delincuencia y la violencia. Según el informe, los niños mayores sufren graves consecuencias de esta exposición, entre ellas un mayor riesgo de padecer daños renales y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.

El informe señala que el reciclaje informal y deficiente de baterías de plomo es uno de los principales factores que contribuyen a la intoxicación por plomo de los niños que viven en países de ingresos bajos y medios, donde el número de vehículos se ha triplicado desde 2000.

Los trabajadores de pequeñas empresas de reciclado peligroso y a menudo ilegal rompen las cajas de las baterías, derraman ácido y polvo de plomo en el suelo y funden el plomo recuperado en hornos rudimentarios al aire libre que emiten humos tóxicos que envenenan a la comunidad circundante.

Otras fuentes de exposición infantil a este material son el plomo en el agua procedente del uso de tuberías fabricadas con plomo; el plomo de las actividades industriales, como la minería y el reciclaje de baterías; la pintura y los pigmentos a base de plomo; la gasolina con plomo, que ha disminuido considerablemente en los últimos decenios, pero que fue una fuente histórica importante de intoxicación; las soldaduras de plomo en latas de alimentos; y el plomo en especias, cosméticos, medicinas ayurvédicas, juguetes y otros productos de consumo.

“La buena noticia es que el plomo puede reciclarse de forma segura sin exponer a los trabajadores, sus hijos y los vecindarios circundantes. Los sitios contaminados con plomo pueden ser reparados y restaurados”, dijo Richard Fuller, presidente de Pure Earth. “Es posible educar a la gente sobre los peligros del plomo y capacitarlos para protegerse a sí mismos y a sus hijos. El retorno de la inversión es enorme: mejor salud, mayor productividad, mayor coeficiente intelectual, menos violencia y un futuro más brillante para millones de niños en todo el planeta”.

Si bien los niveles de plomo en la sangre han disminuido drásticamente en la mayoría de los países de ingresos altos desde la eliminación gradual de la gasolina con plomo y la mayoría de las pinturas a base de plomo, los niveles de plomo en la sangre de los niños de los países de ingresos bajos y medios han seguido siendo elevados y, en muchos casos, peligrosamente altos incluso una década después de la eliminación mundial de las gasolinas con plomo.

El caso de México

Uno de los países estudiados fue México y se encontró que las principales fuentes de exposición infantil al plomo provienen de la cerámica, la industria metalúrgica y la minería.

Un estudio en el área de la capital realizado entre 2008 y 2015 reveló un nivel promedio de dos microgramos por decilitro entre los niños de uno a cinco años, con un 8% de esos pequeños con niveles mayores a cinco microgramos. Al medir los niveles de los niños fuera de la ciudad, este porcentaje aumentó al 22%.

En el estado de Morelos, donde no existe una fuente “obvia” de plomo como la minería o la industria metalúrgica, se encontraron niños con hasta siete microgramos, mientras que en Tlaxcala, en una comunidad que se dedica a la cerámica, se registraron niños de 4 a 9 años con niveles de hasta 19 microgramos por decilitro en la sangre. Estudios indican que algunos hogares continúan utilizando cerámicas cubiertas con plomo.

El Banco Mundial, estima que los niños menores de cinco años en México perdieron hasta 8.9 millones de puntos de coeficiente intelectual en 2018.

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