Donan 10 mdd para continuar con el combate de la langosta del desierto en África oriental
El repunte de la langosta del desierto continúa creando alarma en África oriental, en particular en Etiopía, Kenya y Somalia, en donde supone una amenaza la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia.
En los seis países del África oriental más afectados por la plaga -o en situación de riesgo -Etiopía, Kenya, Somalia, Sudán del Sur, Uganda y Tanzania- 20.2 millones de personas padecen ya una grave inseguridad alimentaria.
Para ayudar a combatir la plaga la Fundación Mastercard donó 10 millones de dólares.
“Agradezco a la Fundación Mastercard su generosa contribución, ya que la langosta del desierto amenaza con provocar una emergencia humanitaria”, dijo el director general de la FAO, QU Dongyu. “Es crucial -añadió- que actuemos codo con codo, ampliemos los esfuerzos para contener la plaga y protejamos los medios de vida de millones de agricultores y sus familias”.
La Fundación Mastercard señaló por su parte que su contribución tiene por objeto ayudar a la FAO en los próximos 12 meses en la detección temprana de los enjambres de langostas, las operaciones de fumigación terrestre y aérea y las evaluaciones de impactos que promuevan una campaña sostenible y responsable contra la plaga. Se centrará en una superficie de 50 mil hectáreas en seis países afectados: Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenya, Somalia y Uganda.
“Es evidente que la infestación de langosta del desierto plantea una amenaza sin precedentes para las comunidades afectadas y, en particular, para los medios de sustento económico de los pequeños campesinos”, señaló la presidenta y directora general de la Fundación Mastercard, Reeta Roy.
Según el Servicio de Información sobre la Langosta del Desierto de la FAO, la situación en África oriental es muy alarmante, ya que se prevé que pronto se formen nuevos enjambres en el norte y centro de Kenya, en el sur de Etiopía y probablemente en Somalia. La mayoría de las nubes de langostas permanecerán durante otra generación reproductiva -incrementando aún más el número de insectos-, mientras que unas pocas podrían desplazarse desde Kenya hacia Sudán del Sur y Uganda. También se están formando enjambres de langostas en la República Islámica de Irán y Yemen tras las lluvias generalizadas en la región.
El organismo de la ONU sigue esforzándose por contener el repunte de la plaga a pesar de las restricciones a la circulación de personal y equipo resultantes de la pandemia de COVID-19.
La langosta del desierto está considerada como la plaga migratoria más destructiva del mundo, y un solo enjambre que cubra un km2 contiene hasta 80 millones de insectos. La FAO estima que el número de langostas podría multiplicarse por 20 durante la próxima temporada de lluvias, a menos que se intensifiquen las actividades de control.