Agronegocios

Fondo Cibiogem promovió el cultivo de transgénicos en México

Durante el periodo 2000-2018, el  Fondo Cibiogem recibió 80 millones de pesos (mdp), pero lejos de enfocar recursos y estrategias a garantizar la bioseguridad de cultivos agrícolas en México, se canalizó más del 70% de este monto a la promoción de la siembra de transgénicos, que impulsaban empresas trasnacionales.

La Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) nació en un momento en el que firmas como Monsanto, Syngenta, Dupont y Pionner promovían de manera sistemática el cultivo de maíz, soya y algodón genéticamente modificados en territorio mexicano.

El encargado de despacho de la dirección ejecutiva de la Cibiogem, Alejandro Espinosa Calderón, precisó que de los recursos destinados al fondo del organismo –que es uno de los 109 fideicomisos que desaparecerán– 72% fueron canalizados a proyectos de biotecnología, a la promoción del desarrollo de transgénicos, primordialmente agrícolas; y solo 28% de estos recursos a temas de bioseguridad.

Ahora, con base en lo que mandata la ley, la Cibiogem diseñará la implementación y dará seguimiento a las políticas públicas en materia de bioseguridad bajo un enfoque integral, “que comprende acciones orientadas a evitar, minimizar o erradicar riesgos de diversa índole frente al uso de los OGMs”.

Durante la 2a Reunión de discusión sobre políticas públicas en la 4T. Evaluaciones y propuestas, coordinado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI), de la Universidad Autónoma Chapingo, Espinosa Calderón remarcó que

nunca más se fomentará, por lo menos en la 4T, los transgénicos, y siempre que haya cualquier riesgo o incertidumbre será apremiante la aplicación del principio precautorio en materia de bioseguridad de maíz u otros OGMs”.

El investigador, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, llamó la atención de que hoy existen otras biotecnologías emergentes, productos de edición genética, impulsores genéticos o biología sintética, tecnologías que también deberían ser considerados OGMs.

Al respecto, argumentó que en México, según la Ley de Bioseguridad de OGM se consideran OGMs “a los organismos que adquieren una combinación genética novedosa, a través del uso de técnicas de biotecnología moderna”.  Por lo que, “ante el avance de estas técnicas, es necesario actualizar la normativa e incluir nuevos criterios de regulación, identificación y monitoreo”.

Espinosa Calderón, también Investigador del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel III) manifestó que en la presente administración en la Cibiogem, contrario a promover los transgénicos, estamos empeñados a privilegiar lo que mandata la ley sobre conservación de diversidad biológica y en materia de derechos humanos.

Preservar maíces nativos de contaminación transgénica

Durante la reunión expuso que aunado a la Demanda Colectiva, que permitió detener la siembra de maíz transgénico en México, en el gobierno de la 4T no se permitirá estos cultivos y añadió que no sobra que se logre el decreto presidencial correspondiente.

Recordó que nuestro país importa 18 millones de toneladas de maíz al año, principalmente de los Estados Unidos, del cual 90% es transgénico, porque es lo que cultiva en ese territorio. Por ello anotó que hay que tener cuidado y es importante que ese maíz no llegue con capacidad germinativa.

Alejandro Calderón, quien ha desarrollado diversas semillas de maíz para los Valles Centrales de México, recordó que 75% de los maíces que se cultivan en este país son nativos y debemos preservar sin contaminación de transgénicos

En su exposición, el responsable de la Cibiogem destacó que en la administración anterior hubo una regulación descontextualizada e insuficiente, donde se dieron procesos de consulta a pueblos y comunidades indígenas en sitios en los que se pretendía la liberación al ambiente de OGM, que incumplen el protocolo vigente; también se realizaron estudios insuficientes sobre las consideraciones socio-económicas resultantes de los efectos de los OGM, especialmente en relación con el valor que la diversidad biológica tiene para las comunidades indígenas y locales.

Además, agregó, las políticas públicas en materia de bioseguridad del maíz GM trajeron como consecuencia que en la actualidad tengamos secuencias transgénicas en nuestro alimento básico (tortilla) y pilar de nuestra cultura

También hubo omisiones e inconsistencias en la información contenida en el Sistema Nacional de Información de Bioseguridad (SNIB) y en el Registro Nacional de Bioseguridad de los OGM (RNB-OGM), que resulta poco accesible y las bases de datos tienen importantes vacíos y omisiones de información.

 

 

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ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

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