Resistencia a antimicrobianos amenaza con transformarse en la próxima pandemia
Debido a que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) aumenta drásticamente y amenaza con transformarse en la próxima pandemia, lo que podría tener graves consecuencias para la salud, los sistemas agroalimentarios y las economías a escala mundial, la FAO insta a los agentes de todos los sectores, desde los agricultores hasta los cocineros, pasando por los productores y los consumidores, a acelerar los esfuerzos para evitar la propagación de los microbios farmacorresistentes.
En esta Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos (18-24 de noviembre), la Organización destaca que todos tenemos un papel que desempeñar para combatir la RAM, incluidos los actores de los sectores de la alimentación y la agricultura, y presenta recomendaciones para frenar la propagación de la RAM.
La RAM es la capacidad de los microbios de subsistir o crecer en presencia de medicamentos que tienen como objetivo inhibirlos o matarlos. El proceso se acelera con el uso de antimicrobianos diseñados para matar patógenos no deseados en los seres humanos, los animales y los cultivos. En particular, el uso de antimicrobianos en la salud humana y animal está aumentando la resistencia.
Actualmente, al menos 700 mil personas mueren cada año a causa de enfermedades resistentes a los fármacos. Cada vez son más las enfermedades comunes, como las infecciones de las vías respiratorias, las infecciones de transmisión sexual y las infecciones del tracto urinario, que resultan difíciles de tratar. La resistencia a los medicamentos también amenaza cada vez más nuestros sistemas agroalimentarios y la seguridad alimentaria mundial.
La enfermedad por coronavirus (Covid-19) nos ha mostrado que la salud de las personas, los animales y el medio ambiente son más interdependientes que nunca. Los patógenos que afectan a una zona pueden agravar los desafíos de otras y tener repercusiones enormes en la manera en que prevenimos y controlamos las amenazas para la salud a fin de proteger el mundo. La RAM constituye una de esas amenazas mundiales y puede ser incluso más peligrosa que la Covid-19. Está cambiando la vida tal como la conocemos.
“Al igual que la pandemia de la Covid-19, la RAM ya no es una amenaza futura. Está sucediendo aquí y ahora, y nos está afectando a todos”, señaló la Directora General Adjunta, Sra. Maria Helena Semedo. “En todo el mundo, personas, animales y plantas ya están muriendo a causa de infecciones que no pueden tratarse, ni siquiera con nuestros tratamientos antimicrobianos más fuertes. Si no se controla la RAM, la próxima pandemia que enfrentemos podría ser bacteriana y mucho más mortal si los medicamentos necesarios para tratarla no funcionan”.
La labor de la FAO en materia de RAM se lleva a cabo en coordinación con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) adoptando el enfoque “Una salud”.
La RAM en la alimentación y la agricultura
Los sectores de la alimentación y la agricultura deben desempeñar un papel decisivo en la lucha contra la RAM. En muchas partes del mundo, el uso de antimicrobianos es mayor en los animales que en los seres humanos y aumenta con rapidez a medida que crecen nuestras poblaciones y se incrementa la demanda mundial de alimentos.
La propagación de la RAM es más rápida que la capacidad de los científicos para desarrollar nuevos antimicrobianos y está amenazando los sistemas alimentarios, la seguridad alimentaria, la inocuidad alimentaria, los sistemas de asistencia sanitaria y las economías de todo el mundo. Nuestra única solución es adoptar medidas estratégicas para que los antimicrobianos que tenemos sigan siendo efectivos. No es demasiado tarde, pero se acaba el tiempo para impedir que empeore esta devastación, advirtió hoy la FAO.
El 23 de noviembre, el organismo de las Naciones Unidas pondrá en marcha una nueva comunidad de profesionales dedicados al cambio de comportamiento con miras a formular soluciones que faciliten el uso apropiado de los antimicrobianos y la prevención eficaz de enfermedades. Al combinar una gran cantidad de aportaciones de agricultores y otros actores de la cadena alimentaria, veterinarios, epidemiólogos, expertos en RAM y científicos del comportamiento, esta comunidad de práctica colaborará para fomentar comportamientos tanto en el plano de las políticas como en el de las explotaciones a fin de ayudar a ralentizar la propagación de la RAM.