Sin glifosato maiceros de Sinaloa alcanzan altos rendimientos y rentabilidad
Con técnicas agroecológicas, sin el uso de agroquímicos, como el glifosato o el paraquat, agricultores comerciales de maíz de Sinaloa alcanzan altos rendimientos, que para este ciclo se estima en 14 toneladas por hectárea, con mayor rentabilidad económica –entre 10 y 13 mil pesos por hectárea respecto al sistema convencional– y medioambiental.
En el marco del ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica con Prácticas Sustentables, organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el productor de Culiacán Sinaloa, Claudio Beltrán Ramírez, manifestó que con el sistema Agricultura Campesina de Conocimientos Integrados y Manejo Integrado de Cultivos Inducidos (ACCI-MICI), hoy cultivan 600 hectáreas con costos de producción de entre 32 y 35 mil pesos por hectárea, mientras que en el sistema convencional éstos son de 42 a 45 mil pesos.
Al respecto, el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Sader, Víctor Suárez Carrera, aseveró que esto demuestra que la agroecología, el uso reducido o nulo de agroquímicos y cero herbicidas, como el glifosato y el paraquat, son una alternativa viable y realista para los productores de México, incluso para aquellos de tipo comercial, en escalas medias y grandes, interesados en obtener ganancias y en exportar.
Subrayó que
es posible producir sin glifosato, reduciendo costos, elevando rentabilidad y de manera sustentable cosechar granos de mejor calidad y saludables para los consumidores.
Claudio Beltrán expuso que con el sistema convencional se logran rendimientos promedio de 11.6 toneladas por hectárea, pero depende en gran parte del uso de agroquímicos (insecticidas, fertilizantes, herbicidas y fungicidas, requiere más agua que es escasa en las presas, preparar el terreno, necesita semilla híbrida comercial y maquinaria.
Mientras que con ACCI-MICI se obtienen granos libres de residuos tóxicos, alimentos sanos, que se ha podido producir sin la aplicación de herbicidas, principalmente glifosato, “que es dañino y produce cáncer”, aseguró.
Detalló que el sistema inicia con estudio de suelo en tiempo real, se aplican microorganismos y mejoradores de suelos, además de conservar los residuos de la cosecha anterior; se usan inductores de crecimiento y de resistencia y se fomenta la producción de semillas. Incluso, ahora se hacen aplicaciones foliares con dron, ya que debido a la escasez de mano de obra se ha recurrido a otras tecnologías que dan una alta eficiencia en aplicación de fertilizante y reducen el consumo de agua.
Beltrán Ramírez se manifestó en contra de los comunicados de grupo de productores y casas comerciales de agroquímicos que dicen que si se saca el glifosato del mercado no se produciría ningún alimento, lo cual “es totalmente falso…”
Expuso que hoy el maíz orgánico lo venden al mismo precio que el convencional, que se cotiza en la Bolsa de Chicago, “no hay ningún plus hasta ahora, ojalá en próximos años lo haya, pero primero que nada estamos produciendo alimentos sanos para el país”.
Decreto sobre glifosato y maíz transgénico “compromiso ético”
El director de la región Sureste del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Luis García Barrios, explicó la trascendencia del decreto presidencial del 31 de diciembre, el cual ordena la eliminación gradual del glifosato, sustancia activa de herbicidas que se usan de forma muy extendida en la agricultura comercial.
Recalcó que la decisión de eliminación gradual del glifosato de aquí al 2024 se enmarca en un interés gubernamental de construir nuevos compromisos éticos hacia la salud humana, la integridad ambiental, la justicia social, la soberanía alimentaria, la independencia tecnológica y la autodeterminación económica, y entre los elementos disponibles para lograr eso figuran programas públicos que promueven de forma participativa agricultura y alimentación sana, dijo.
Suárez Carrera expuso que con el trabajo conjunto entre agricultores y autoridades, sí vamos a poder con lo que establece el decreto presidencial sobre glifosato y maíz transgénico.
Luego de que se presentaron experiencias agroecológicas en maíz, soya, naranja y plátano, el funcionario federal manifestó esto demuestra la existencia y empuje de empresarios agrícolas con responsabilidad, que buscan rentabilidad, pero lo hacen “con ética, con conciencia social y humana; su actividad no es a costa del medio ambiente, de la diversidad biológica, del agua, no genera enfermedad o muerte”.
