Equivalencia de regulación orgánica con EU facilitará comercio bilateral

• Normas actuales encarecen costos al productor en 30%

• Funcionarios de Senasica no han querido empujar firma

• Acuerdo beneficiará a pequeños productores de comunidades indígenas 

Para el año 2022, uno de los principales retos para el sector orgánico mexicano es lograr el Acuerdo de equivalencia con Estados Unidos, ya que esto facilitará el comercio bilateral y evitará la burocracia de tener que cumplir con el papeleo de dos regulaciones y hará menos costoso este proceso, porque hoy el productor paga 30% adicional para cumplir con ambas normas.

México ha tenido un avance importante en las negociaciones de dicho acuerdo con las autoridades estadounidenses y está a un paso de su firma, pero funcionarios del Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) no lo han querido “empujar”, porque dicen que no estamos preparados; no quieren o quizá tienen otros intereses, expone el director ejecutivo de CERTIMEX, Taurino Reyes Santiago.

Con el Acuerdo de equivalencia evitaríamos aplicar doble regularización, porque con esto el producto de Estados Unidos entraría automáticamente a México y los productos mexicanos lo harían al mercado estadounidense. Esta medida haría más ágil el trámite de mercancías y menos caro. Hoy tienes que trabajar doble, un expediente para los “gringos” y otro para la norma mexicana, explica el experto, quien recalca que esto beneficiará en especial a pequeños productores orgánicos de comunidades indígenas.

De darse esta equivalencia, subraya en entrevista con imagenagropecuaria.com, el sector orgánico de México y el de Estados Unidos tendríamos un nivel de supervisión al parejo y la certeza de que lo que se produce aquí cumple con el reglamento estadounidense y viceversa.

En este escenario el 1o de enero de 2022 entró en vigor la medida que publicaron las secretarías de Economía y la de Agricultura, donde se establece que los productos orgánicos de Estados Unidos deben demostrar en aduana, mediante un documento, que cumplen con la regulación mexicana conforme a ley de este país. Taurino Reyes considera que esto obliga, en cierta medida, a agilizar el Acuerdo de equivalencia.

En enero de 2021 esta medida para los productos orgánicos estadounidenses iba a entrar en vigor, pero se aplazó, porque se argumentó que habría caos o parálisis en la industria, freno a las importaciones; los cuales son argumentos falsos. “El hecho es que Estados Unidos cumple la reglamentación que impone la Unión Europea; no les gusta cumplir con lo que establecemos los mexicanos, pero también podemos ponerles reglas, es parte de nuestra soberanía, pero a veces las autoridades mexicanas caen en presiones”, recalca Taurino Reyes.

Es un trámite que podría ayudar bastante a regularizar el mercado, a frenar sorpresas de fraudes, va a mejorar el sector orgánico, habrá más confianza en exportador, importador y consumidor. No frenará nada, es cuestión de hacerlo”, afirma.

Para los exportadores estadounidenses también es positivo, porque facilitará su participación en el mercado de México, que es el importador más importante de Estados Unidos con 400 millones de dólares de productos orgánicos y que sigue creciendo. Importamos más productos orgánicos que de los que exportamos, expresa el especialista.

Por otro lado, apunta que en el sector de certificaciones en los dos últimos años ha habido una reorganización desde ACAMEX (Asociación Civil Certificadoras Aprobadas en México), para aumentar la responsabilidad de quienes participan en la certificación. Por ejemplo, salen a la luz fraudes o corrupción para dar certificados.

En el ámbito internacional, Estados Unidos está muy vigilante, tienen un área de investigaciones, aumentaron sus inspecciones, están haciendo auditorías no anunciadas. El NOP (Programa Nacional Orgánico) esta haciendo cambios fuertes en su regulación, habrá control de toda la cadena, hoy se controla solos producción, procesamiento y etiquetado, pero no la exportación e importación, que es un “hoyo negro”. Ya hay un borrador del reglamento y van a controlar toda la importación de orgánicos, como lo hace Europa. México está intentando hacerlo.

El director ejecutivo de CERTIMEX no olvida mencionar que otro pendiente para México en 2022 es retomar las negociaciones con la Unión Europa –donde desde el primero de enero del presente año ya está en operación la nueva regulación en materia de productos orgánicos y es urgente retomar la evaluación de equivalencias con este bloque de países.

Mercado orgánico siguió en crecimiento

En medio de la pandemia, el mercado orgánico ha observado un crecimiento global de entre 7% y 8%, que en el caso de México lo estimamos en 10%, si consideramos que la demanda de proyectos para el mercado mexicano aumentó, en nuestro caso, 15%, indica el directivo de CERTIMEX.

El mercado –reflexiona– ha crecido por la inercia que se traía años atrás y vino a “cuajar” con los problemas de salud que salieron a brote por la pandemia de Covid-19.

Este crecimiento del sector orgánico se reflejó en los 620 proyectos que registró CERTIMEX el año pasado, los cuales representan 32% de crecimiento en la demanda de certificación respecto al año previo, puntualiza Reyes Santiago.

Cuando comenzó la pandemia –abunda– paramos operaciones de abril a agosto, 90% del trabajo se realizó a distancia y 10% en oficinas. Se realizaron 30% de inspecciones remotas, pero fue más por la psicosis, ya que nosotros trabajamos en lugares alejados, en la sierra, zonas distantes y ahí no hubo problema. En ese periodo hicimos solo 450 inspecciones. Fue un año de mucha incertidumbre. Se preveía mucha deserción en certificación, pero cerramos 2020 bastante bien. Bajo el miedo de ir a sitio, la vacuna da cierta seguridad, hubo un mejor comportamiento y fuimos hacia arriba, el tema financiero también fue bueno, pues nos ahorramos algunos costos como los gastos de viaje.

Algo que nos enseñó esta pandemia –añade– fue a usar el tiempo de forma más eficiente, así como las herramientas digitales. Se dieron muchas capacitaciones a distancia. No obstante, será necesario activar algunas actividades in situ, por ejemplo, el taller de abonos orgánicos.

En México, manifiesta Taurino Reyes, el mercado sigue pidiendo productos orgánicos, cada vez hay más información en el medio, a las instituciones poco a poco “les cae el veinte” de la producción orgánica y de la necesidad del consumo sustentable y saludable.