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Países deben redoblar esfuerzos para adaptarse a los efectos del cambio climático: PNUMA

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) afirma que los países deben intensificar urgentemente sus esfuerzos para adaptarse a los adversos efectos actuales y futuros del cambio climático.

De acuerdo con su informe sobre la Brecha de Adaptación 2022 se pide un aumento de la financiación y la aplicación de medidas destinadas a ayudar a las naciones y comunidades vulnerables a adaptarse a la emergencia climática ante los crecientes riesgos de un clima cuyos cambios están aumentando los fenómenos climáticos extremos.

Se estima que las necesidades anuales de adaptación oscilan entre 160 mil y 340 mil millones de dólares para el final de la década, y hasta 565 mil millones para 2050.

Actuar con urgencia ahora

“El cambio climático está asestando un golpe tras otro a la humanidad, como pudimos comprobar a lo largo de 2022, de forma más visceral en las inundaciones que anegaron gran parte de Pakistán”, declaró Inger Andersen, directora ejecutiva de la citada agencia de la ONU.

“El mundo debe reducir urgentemente las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar los impactos del cambio climático. Pero también debemos aumentar urgentemente los esfuerzos para adaptarnos a los impactos que ya están aquí y a los que vendrán”.

El informe subraya que la adaptación, además de la mitigación, debe ser el centro de la respuesta mundial a la crisis climática.

Los impactos se intensificarán

En el marco del histórico Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático, los países se comprometieron a limitar el calentamiento global a 1.5 °C por encima de las temperaturas preindustriales, pero están muy lejos de conseguirlo.

Las inundaciones de Pakistán y otros impactos actuales, como la histórica sequía en el Cuerno de África, se están produciendo cuando el aumento de la temperatura global está a sólo 1.1°C por encima de los niveles preindustriales.

En un informe complementario publicado a principios de esta semana, el PNUMA señaló que las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) -los planes nacionales de los gobiernos para hacer frente al cambio climático- apuntan a un calentamiento global de hasta 2.6 °C para finales de siglo.

Además, las investigaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) muestran que los riesgos climáticos se intensificarán con cada décima de grado.

Fracaso en la protección

Para el secretario general de la ONU, António Guterres, el informe deja claro que el mundo no está protegiendo a las personas de lo que él llamó “los impactos actuales” del cambio climático.

“Las necesidades de adaptación en el mundo en desarrollo se dispararán hasta 340 mil millones de dólares al año para 2030. Sin embargo, el apoyo a la adaptación hoy en día es menos de una décima parte de esa cantidad”, dijo en un mensaje para marcar el lanzamiento.

“Las personas y comunidades más vulnerables están pagando el precio. Esto es inaceptable”.

El informe señala que los avances en materia de adaptación han sido “lentos e irregulares”.

El 80% de los países cuenta con al menos un instrumento de planificación de la adaptación nacional, mientras que solo un tercio de los 197 gobiernos que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) han incorporado objetivos cuantificados y con plazos definidos en materia de adaptación.

Además, casi el 90% de los instrumentos de planificación analizados tienen en cuenta el género y los grupos desfavorecidos, como los pueblos indígenas.

“Las naciones deben respaldar las firmes palabras del Pacto Climático de Glasgow con acciones contundentes para aumentar las inversiones y los resultados en materia de adaptación, a partir de la COP27”, afirmó Andersen.

Entretanto, aunque la aplicación de las medidas de adaptación, principalmente en la agricultura, el agua, los ecosistemas y los sectores transversales, está aumentando, no está a la altura de los impactos climáticos y podría verse superada por la aceleración de los riesgos climáticos.

La alerta temprana salva vidas

Guterres destacó la necesidad de “mejorar los datos y la información sobre los riesgos climáticos que son cruciales para proteger las vidas y los medios de subsistencia en los países y comunidades vulnerables.

El responsable de la ONU subrayó la importancia de cumplir su llamamiento a favor de sistemas universales de alerta temprana en un plazo de cinco años y pidió que se proporcione el apoyo financiero y técnico necesario para aplicar un plan de acción que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentará en la COP27.

Aunque estas áreas prioritarias exigen una cooperación y un apoyo internacional sin precedentes, también reconoció que en muchos lugares es demasiado tarde para la adaptación.

Por lo tanto, la COP27 debe proporcionar una hoja de ruta clara y con plazos definidos para cerrar la brecha de financiación para hacer frente a las pérdidas y los daños, una cuestión que, según dijo, será “una prueba de fuego para el éxito” de la Conferencia en Egipto.

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