Ponen en marcha medidas preventivas para reducir repercusiones de El Niño en Somalia
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Embajada británica en Mogadiscio pusieron en marcha un programa de acción preventiva y preparación en Somalia ante los efectos de El Niño.
El Niño es un patrón climático que está previsto que provoque un aumento de las precipitaciones, y las zonas ribereñas de Somalia se encuentran especialmente en riesgo de padecer inundaciones graves. Actualmente, las probabilidades de que El Niño continúe hasta el final del año son superiores al 90 %, y la FAO estima que 1.2 millones de personas se encuentran en zonas con un alto riesgo de inundaciones.
La unidad de Gestión de la información sobre aguas y tierras de Somalia de la FAO anticipa que se producirá un episodio importante de inundaciones de una magnitud que, desde el punto de vista estadístico, solo es probable que se produzca una vez cada 100 años, y este episodio sigue a otra inundación histórica que se produjo anteriormente este año y que desplazó a unas 245 mil personas a lo largo del río Shabelle. Un episodio de inundaciones relacionado con El Niño de estas dimensiones en las zonas ribereñas podría provocar pérdidas humanas, desplazamientos masivos, la destrucción de propiedades y la pérdida de medios de vida, dando lugar a un incremento de la inseguridad alimentaria aguda.
Para mitigar los efectos de una posible catástrofe, la FAO y la Embajada británica en Mogadiscio han puesto en marcha una iniciativa de acción preventiva y preparación, por valor de 3.8 millones de dólares, en las zonas que afrontan los mayores riesgos.
“Tenemos muy poco tiempo, solo unos meses, para prepararnos para las peores repercusiones de El Niño y mitigarlas, y agradecemos al Reino Unido la rápida movilización de apoyo para esta importante labor. Mediante la puesta en marcha de medidas anticipadas y correctamente fundamentadas, juntos podemos ayudar a proteger a las comunidades rurales vulnerables de las peores repercusiones de la catástrofe”, afirmó Etienne Peterschmitt, representante de la FAO ante Somalia.
“Somalia está afrontando una nueva crisis, pues se ha declarado el inicio de El Niño y este año puede dar lugar a un episodio de inundaciones que se produce una vez cada 100 años. Estamos actuando ahora para priorizar recursos”, declaró Damon Bristow, director de Desarrollo de la Embajada británica en Mogadiscio. “Esta iniciativa rentable y sostenible llevada a cabo de manera conjunta con la FAO nos permitirá salvar vidas y evitar daños al ganado, los cultivos y las propiedades, algo que podría perjudicar enormemente los medios de vida de las comunidades más vulnerables de Somalia”, afirmó.
Con el programa prevén cerrar 937 metros de puntos de rotura a lo largo del río Shabelle en la ciudad de Beletweyne, con vistas a ralentizar las aguas procedentes de las inundaciones, reducir la repercusión inmediata de las inundaciones y proporcionar a la población tiempo para alejarse de las zonas de alto riesgo. El proyecto también tiene por objeto rehabilitar uno de los principales canales para redirigir las aguas de inundación lejos de las zonas pobladas de Beletweyne, así como colocar de manera preventiva 800 mil sacos de arena en zonas propensas a las inundaciones.