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Clonación de mono en China no debe ser motivo de preocupación: experta

Después de ser clonado el mono rhesus, bautizado con el nombre de Retro en julio de 2020, se ha mantenido vivo por más de tres años y en un buen estado físico.

La clonación se considera exitosa y no debe ser motivo de preocupación, ni de escándalo, pues de ningún modo significa que su aplicación en seres humanos esté cercana, así lo consideró la directora del Programa Universitario de Bioética de la UNAM, Jennifer Hincapie Sanchez, quien señaló que, lejos de inquietarnos, este tipo de información debe generar alegría, pues significa que la ciencia avanza y busca el bienestar de las personas.

Es la primera vez que un ejemplar de esta especie logrado con este método sobrevive hasta alcanzar la edad adulta; los científicos consideran que el procedimiento se puede declarar una clonación exitosa.

En otros intentos, los investigadores orientales habían logrado replicar un mono rhesus, pero el animal sobrevivió menos de 12 horas; para ello utilizaron una técnica estándar conocida como transferencia nuclear de células somáticas (SCNT, por sus siglas en inglés), la misma que se empleó para clonar a la oveja Dolly, en 1996, y luego a otros mamíferos, incluidos cerdos, vacas, caballos y perros.

Los científicos explicaron que la clonación con dicho método se obtiene, en líneas generales, cuando el núcleo de una célula del cuerpo se transfiere a un óvulo cuyo núcleo ha sido eliminado. Por lo general, esta técnica da como resultado tasas de nacimiento y supervivencia extremadamente bajas para los embriones clonados.

De acuerdo con los científicos que lideran el proyecto, el objetivo principal de la clonación de primates es utilizarlos para estudiar enfermedades humanas, como la depresión y la ansiedad, además de poner a prueba una serie de medicamentos para atender padecimientos crónicos e incurables.

Al respecto, Hincapie Sanchez destacó que si bien este tipo de investigaciones y clonaciones en primates, así como de otras especies, están pensadas para mejorar la calidad de vida de las personas, se debe estar atentos a que los experimentos no traspasen la línea hacia la gente, además de procurar que no haya tanto sufrimiento animal en la experimentación y desarrollo de los estudios biomédicos.

“La particularidad que tienen los primates clonados es que fisiológicamente tienen muchas similitudes con la fisiología del ser humano, pero el hecho de que sean similares no quiere decir que sean idénticos y entonces el proceso de investigación biomédica que se está llevando a cabo, no necesariamente tiene que transitar hacia la experimentación con seres humanos”, acotó.

Resaltó que, desde el punto de vista de la bioética, la experimentación con animales ha sido fundamental para mejorar la calidad de vida de los seres humanos, pues actualmente no se puede concebir un procedimiento médico o quirúrgico sin que antes haya sido proyectado en estos.

Y puntualizó: “Nuestra gran limitación es ver si el problema que queremos atender con la clonación de humanos valdría lo suficiente como para nosotros sacrificar embriones humanos o potenciales personas para poder mejorar la calidad de vida de la mayoría de los que ya estamos vivos”.

En cuanto a la Declaración Universal sobre el genoma humano y los derechos humanos, en donde se prohíbe expresamente la clonación de embriones humanos, Hincapie Sanchez consideró que es necesario revisarla, pues mantiene una visión antropocéntrica en donde solo se piensa en la gente y se dejan desprotegidas otras especies.

Estamos en un punto de la vida en donde ya no valdría solamente pensar en el bienestar de los seres humanos, sino también en el del ecosistema y de las otras especies. Ese documento tendría que revisarse y reconsiderarse para vigilar también las garantías de animales y plantas.

Jennifer Hincapie agregó que normalmente la biomedicina y los avances científicos van a una velocidad más acelerada que las ciencias humanas, el derecho o las leyes, por lo que para conciliar el desarrollo de la investigación científica con las cuestiones éticas y morales, se debe tener presente la bioética a partir de la formación universitaria.

De tal manera, continuó, que en el momento en el cual se encuentren en un laboratorio tengan clara esa conciencia bioética y entiendan que lo que están buscando es el progreso de la humanidad y el reconocimiento académico.

Las universidades tienen un papel preponderante, en donde los académicos están obligados a brindar a sus alumnos las herramientas formativas suficientes, a fin de que desarrollen una buena formación científica y cuenten con los criterios necesarios para la reflexión ética permanente, concluyó.

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