FAO celebra “histórica” legislación que garantiza derecho a alimentación adecuada y sostenible en México
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO México) celebró la aprobación de la primera legislación que regula el derecho humano a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, tal como se reconoce en el Artículo 4° de la Constitución Mexicana.
La aprobación de esta legislación fue unánime, con 420 votos a favor, 0 abstenciones y 0 votos en contra. El dictamen a la minuta que expide la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible establece los principios y bases para la promoción, protección, respeto y garantía en el ejercicio efectivo del derecho a una alimentación adecuada y los derechos humanos con los que se interrelaciona.
En un comunicado, el organismo internacional destacó que después de más de dos décadas de trabajo, nuestro país “lidera el camino en la protección y promoción de este derecho fundamental con la aprobación de la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible”.
Detalló que la nueva ley, compuesta por 111 artículos, tiene como objetivo principal priorizar el derecho a la salud, al medio ambiente, al agua y el interés superior de la niñez en todas las políticas relacionadas con la alimentación adecuada por parte del Estado mexicano. Asimismo, establece mecanismos de planeación, coordinación y competencia entre las autoridades de la Federación, de las entidades federativas, los municipios y las demarcaciones territoriales para garantizar el pleno ejercicio de este derecho.
La ley busca fomentar la producción, abasto, distribución justa y equitativa, así como el consumo de alimentos nutritivos, suficientes, de calidad, inocuos y culturalmente adecuados”.
Este enfoque tiene como objetivo principal favorecer la protección y el ejercicio del derecho a una alimentación adecuada, evitando en toda medida el desperdicio de alimentos y fortaleciendo la autosuficiencia, la soberanía y la seguridad alimentaria del país.
La FAO resaltó que el derecho a la alimentación es inclusivo y va más allá de una simple ingesta calórica. Es el derecho a todos los elementos nutritivos necesarios para llevar una vida sana y activa, así como el acceso a ellos.
“En consonancia con nuestro Marco Estratégico de la FAO para 2022-2031, esta legislación respalda la Agenda 2030 al transformar los sistemas agroalimentarios hacia la eficiencia, inclusión, resiliencia y sostenibilidad, promoviendo una mejor producción, nutrición y medio ambiente para una vida mejor para todos, sin dejar a nadie atrás”, subrayó el organismo en su comunicación.
Asistencia de FAO en la legislación
En el año 2021, la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, ingresó la Ley como parte fundamental de la agenda del Frente Parlamentario contra el Hambre, una red parlamentaria regional que representa a más de 20 parlamentos de América Latina y el Caribe. Este esfuerzo cuenta con el apoyo crucial de la FAO, la Cooperación Española y la AMEXCID.
El proceso de elaboración de esta normativa contó con la valiosa asistencia técnica del Servicio de Derecho para el Desarrollo de la Oficina Jurídica de la FAO. En septiembre de 2023, el Senado aprobó esta ley, que ahora avanza hacia su promulgación por la Cámara de Diputados.
La FAO México ratificó su compromiso de seguir colaborando en pro de la alimentación saludable y sostenible de México. “Nuestra organización estuvo involucrada en el proceso de creación de la ley y continuaremos trabajando por poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición en todas sus formas, en particular promoviendo alimentos nutritivos y aumentando el acceso a dietas saludables, así como reduciendo la pérdida y el desperdicio de alimentos y promoviendo mercados y comercio sostenibles”.
Enfatizó la importancia de una mejor nutrición, poniendo fin al hambre, garantizando la seguridad alimentaria y promoviendo el acceso a dietas saludables para todos, especialmente para las personas más vulnerables. También destacó la necesidad de alimentos inocuos, la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos, así como la transparencia en los mercados y el comercio alimentario.
Fuente: FAO