Biotecnologia

Amenaza maíz transgénico sembrado en Chihuahua biodiversidad de México

Recordaron que el 20 de septiembre pasado, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) reconoció la presencia de maíz transgénico en 70 hectáreas del municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua, con base en muestras hechas antes de la polinización, pero no ha sido evaluada la totalidad de hectáreas sembradas en toda la entidad, las cuales suman 100 mil.

Alertaron sobre la posibilidad de que la contaminación transgénica se disperse por todo el territorio chihuahuense y a través del transporte hacia otras regiones, por ello anunciaron que impedirán que los trenes movilicen el grano. El riego es real, ya que en la entidad se cosecha un millón de toneladas que se vende a empresas como Lala, Alpura, CPI Ingredientes y Almex.

Martín Solís Bustamante, integrante de El Barzón de Chihuahua, indicó que la zona donde se detectó la contaminación está cercana a la Sierra Tarahumara, centro de origen del teocintle, ancestro del maíz. Además, agregó, en la entidad hay 23 razas y 175 colecciones de maíz.

Por ello, en el marco de la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria, propuso que con base en un análisis un grupo de expertos determine qué hacer con el grano para evitar cualquier riesgo para los maíces locales.

Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace, aseguró que las pruebas, realizadas en semillas híbridas de maíz, demuestran la presencia de las variedades de maíz transgénico NK603, MON810 y MON863, todas propiedad de Monsanto.

El organismo ha señalado que estas dos últimas variedades fueron prohibidas recientemente por los gobiernos de Francia, Austria y Rumania, debido a que provocaron impactos negativos al medio ambiente, además de generar gran incertidumbre sobre los efectos en la salud humana.

Las semillas de transgénicos –afirmaron las organizaciones– se siguen distribuyendo como híbridos de maíz (7525) por parte de la empresa Producers Hybrids en el Valle de Cuauhtémoc, Chihuahua.

“Esta es la evidencia de que las semillas de maíz transgénico están entrando a territorio mexicano sin que exista ningún tipo de control por parte de las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), responsables de la labor de inspección y monitoreo de las semillas que se usan para la siembra de maíz en nuestro país. Por eso, los cultivos de maíz en Chihuahua se están contaminando con maíz transgénico. Exigimos a las autoridades estatales y federales no criminalizar a los agricultores chihuahuenses y aplicar estrictamente las medidas de control necesarias para que este caso de contaminación no salga de la entidad y se convierta en un desastre nacional”, declaró Aleira Lara.

A finales de septiembre pasado, El Barzón, Frente Democrático Campesino (FDC) y Greenpeace presentaron una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de los responsables de la posible importación, distribución y liberación con fines agrícolas y/o siembra ilegal de variedades de maíz transgénico en el estado de Chihuahua, con la anuencia de las autoridades estatales y en perjuicio de los productores locales.

“Aun cuando la siembra de maíz transgénico es ilegal en México, Carlos Aguilar Camargo, delegado de Sagarpa en Chihuahua, junto con los representantes de la Unión Agrícola Regional de Productores (UNIPRO) de Chihuahua, Gordón Dueck Plett y Rubén Chávez Villagrán, se han dedicado a promover la siembra de maíz transgénico y ahora, que se ha detectado la presencia de maíz transgénico en cultivos de la zona, evaden su responsabilidad en la problemática e intentan culpar a los agricultores”, señaló Greenpeace en un comunicado.

Las organizaciones exigieron al gobierno federal que a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Sagarpa, realizar labores de inspección, vigilancia y monitoreo en los campos de maíz del estado de Chihuahua y revisar los centros de almacenamiento, distribución y comercialización de semillas que surten a los productores de la región.

Comentaron que en una reunión con integrantes de El Barzón y Greenpeace, el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, se comprometió a implementar medidas de bioseguridad para evitar que la contaminación transgénica se disperse, entre ellas el transporte confinado y controlado de la cosecha contaminada; pedir al Senasica que amplíe el monitoreo en el estado a otras 22 mil hectáreas; exigir a la Semarnat y a la Sagarpa monitoreos in situ y certificación en la frontera norte para asegurar que las semillas de maíz importadas de Estados Unidos son libres de transgénicos; y  sancionar a los responsables de la contaminación transgénica del maíz, por acción y por omisión.

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