Aumentó siembra de cultivos biotecnológicos en el mundo durante 2009
Estados Unidos se mantuvo como el país número uno al sembrar la mayor extensión de cultivos genéticamente modificados con 64 millones de hectáreas, en segundo lugar se encuentra Brasil, con 21.4 millones, desplazando a Argentina a la tercera posición con 21.3 millones de hectáreas.
México ocupa el lugar 15, con aproximadamente 100 mil hectáreas sembradas de algodón y soya. En América Latina se cultivaron 46.8 millones de hectáreas con soya, maíz y algodón transgénicos, cifra que equivale al 35% de la extensión total de estos cultivos.
China, que es el mayor productor de arroz a nivel mundial, sufrió importantes pérdidas debido al ataque de plagas en este cultivo. El arroz transgénico representa potencial para aumentar sus cosechas en 8%, al tiempo que podrá disminuir el uso de plaguicidas en 80% (17 kg/ha) además de generar ganancias económicas por 4 mil millones de dólares. De ahí la decidida apuesta de ese país por iniciar las siembras experimentales de arroz durante 2009, apunta el reporte.
La soya transgénica ocupó en 2009 más de tres cuartas partes de los 90 millones de hectáreas destinadas a su producción; el algodón genéticamente modificado ocupó casi el 50% de los 33 millones de hectáreas destinadas a su cultivo; el maíz biotecnológico más de una cuarta parte de los 158 millones de hectáreas globales existentes y la canola transgénica más del 20% de los 31 millones de hectáreas que se cultivan a nivel mundial.
El impacto de la adopción de los cultivos transgénicos ha sido tal que se ha logrado un apoyo creciente por parte tanto de la comunidad científica, como de organismos internacionales (OCDE, la FAO, el Banco Mundial, la OMS) y de diversos líderes de los países en desarrollo, pues la consideran una herramienta imprescindible para enfrentar los retos de alimentación de cara al aumento poblacional esperado para 2050.
El Presidente y Director Ejecutivo de AgroBIO México, Fabrice Salamanca, declaró que nuestro país ha avanzando en la adopción e impulso de la biotecnología agrícola, por la extraordinaria experiencia que ha adquirido en 13 años de sembrar algodón transgénico, y por el inicio de la siembra experimental de maíz genéticamente modificado en 2009, después de once años de moratoria. “No obstante que ocupamos el lugar 15 por cantidad de hectáreas cultivadas, seguimos muy lejos aún de poder competir con países como Estados Unidos, Brasil, Argentina y China”, apuntó.
El crecimiento en la adopción de estos cultivos y la competitividad que han ganado los países que apostaron desde el inicio por esta herramienta, son la mejor evidencia de que la biotecnología aplicada al campo funciona y que los temores propagados por quienes se oponen a su uso carecen de sustento científico. Es por ello, recalcó Salamanca, “que los resultados de la siembra experimental de maíz transgénico en México permitirán, a autoridades y comunidad científica, documentar los beneficios potenciales de su adopción y facilitará la toma de decisiones, caso por caso, de las tecnologías que sean más convenientes para cada región agrícola de nuestro país”.
Finalmente, el Dr. Clive James, Presidente y Fundador de ISAAA, señaló que “con la crisis alimentaria del año pasado, las alzas súbitas de precios, el hambre y la desnutrición que aquejaron a más de 1,000 millones de personas, ha habido un cambio mundial en los esfuerzos por pasar de la seguridad alimentaria a la autosuficiencia alimentaria. Los cultivos biotecnológicos son un componente fundamental para que los países alcancen dicha autosuficiencia”.
Consulte el resumen ejecutivo de este reporte en www.isaaa.org