Cervezas artesanales en expansión
La cerveza artesanal está en proceso de expansión, la demanda la bebida es creciente y cada vez más hay personas interesadas en establecer un negocio para venderla, lo que genera empleos y actividad económica en toda la cadena productiva.
Esta microindustria está creciendo casi al 100 por ciento, pero sigue enfrentando el problema del duopolio de grandes cerveceras, Grupo Modelo y Cuauhtémoc Moctezuma, la inequidad en la forma en que se le gravan los impuestos y en torno a la proveeduría de insumos.
Así lo expresa Jaime Andreu Galván, vocero de la Asociación Cervecera de la República Mexicana (Acermex), organismo que agremia a las microcerveceras, quien explica que en materia fiscal su propuesta es que los impuestos se paguen por litro producido y no por el valor de la cerveza, ya que en este esquema un microproductor de cerveza artesanal, que tiene altos costos de producción, paga el doble de impuestos respecto a una gran industria de cerveza.
Por ejemplo, hoy se paga 26.5 por ciento ad valorem y si una cerveza convencional cuesta 8 pesos paga 2 pesos; una cerveza artesanal que vale 20 pesos paga 5 pesos.
Las autoridades deben considerar que la cerveza artesanal genera una buena cantidad de empleos. De un centenar de microcerveceras –cuyo capital es 95 por ciento mexicano–, existen 54 empresas nuevas, que en promedio tienen cinco empleados cada una y lo más importante es que son emprendedores con gran potencial, que pueden ser más grandes de lo que ya son, expresa Jaime Andreu.
“Esta industria tiene el potencial, pero necesita que se le deje crecer”, remarca el también director comercial de Cervecería Primus.
Otro problema el que siguen enfrentando es el de la competencia, ya que 95 por ciento de los centros de consumo tienen contrato de exclusividad con las dos grandes cerveceras que impiden que otros agentes se introduzcan a este mercado, aunque la ley señala que esas prácticas son ilegales. De hecho, espera que para el primer trimestre del 2013 la Comisión Federal de Competencia se pronuncie al respecto y reconozca que existe una práctica monopólica, porque lo contrario sería un absurdo, considera Andreu.
Confía en que como las dos grandes cerveceras ya tienen fuerte capital extranjero se comporten como lo hacen en otros países y que sean respetuosos del marco legal y jurídico.
Insumos concentrados
En México existen dos grandes malteras, propiedad de las dos grandes cervecerías, por lo que los microcerveceros importan este insumo de Estados Unidos y de Europa. La malta estadounidense está contemplada dentro del TLCAN, pero la procedente de Europa tiene un cupo máximo de 3 mil toneladas y cuando se rebasa se tiene que pagar un impuesto del 158 por ciento de arancel, como ya sucedió este año, platica Andreu Galván.
En México el consumo de cerveza es de 65 litros per cápita, estamos dentro de los primeros diez países consumidores y ocupamos el lugar número seis por consumo total anual, indica.
Hace dos años calculaban que de cada 100 mil cervezas que se destapaban una era artesanal, hoy la relación es por cada 20 mil y se espera que dentro de poco sea una de cada mil.
Jaime Andreu considera que algo importante es que no obstante que las cervecerías por su propia naturaleza del negocio se encuentra en los centros urbanos, pero se puede pensar en generar economía, flujo de efectivo en donde no hay actividad económica, porque se empezaría a generar empleo. Por esto, para el próximo año la empresa Primus instalará su planta en San Juan del Río.