México en últimos lugares de AL en productividad agrícola: FAO
La representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, Nuria Urquía Fernández, señaló que en el último decenio nuestro país se encuentra en los últimos lugares en materia de productividad agrícola en América Latina, además de que existe una alta concentración de ésta, por lo que no se da una “democratización de la productividad”.
En el marco del Foro Sistemas Alimentarios Sostenibles: una política integral de seguridad alimentaria y nutricional, organizado por la FAO, la representante del organismo internacional indicó que en productividad el crecimiento que se observa en México es del 1.1 por ciento, mientras que en los países latinoamericanos del 2.5 por ciento.
“Comparado con otros países de América Latina, el progreso de la agricultura en los últimos 10 años ha estado prácticamente por debajo del conjunto de la región, con excepción de Haití, Cuba y Colombia a los que superó”, refirió en su presentación.
En entrevista puntualizó que en maíz México tiene un rendimiento promedio de 3.3 toneladas por hectárea, contra alrededor de 10 toneladas de Estados Unidos o Brasil; sin embargo, acotó que en el ámbito local, en Jalisco o Sinaloa hay altas producciones –similares a las de los países mencionados– que contrasta con la que obtienen pequeños productores de apenas media tonelada por hectárea. “Hay que democratizar la productividad”, como ha dicho el presidente Enrique Peña Nieto, expresó.
También llamó la atención sobre la concentración de la producción agrícola en ciertas regiones del país, donde 10 por ciento de productores venden casi 80 por ciento del total nacional, y 75 por ciento de productores están por debajo de la línea de pobreza.
Decrementos y crecimientos productivos ínfimos
La representación de la FAO en México precisó que en maíz grano la producción de nuestro país durante el periodo 2000-11 apenas creció 0.3 por ciento; en arroz disminuyó 3.6 por ciento; el frijol bajo 1 por ciento; mientras que el maíz forrajero aumentó en promedio 2.1 por ciento y el trigo, 1.3 por ciento. En productos agroindustriales como el café cereza la baja fue de 1.9 por ciento y en caña de azúcar se observó un aumento de 0.3 por ciento.
Nuria Urquía recalcó que hay un rezago en crecimiento de productividad y aumenta a ritmo más lento, de ahí la importancia de hacer un esfuerzo adicional en el componente productivo dentro del presupuesto para el campo.
Por otra parte, hizo alusión a que para satisfacer su demanda de alimentos, México compra al exterior entre 30 y 40 por ciento de productos como carne de bovino, porcino, trigo, maíz amarillo, arroz y soya; este país es un gran productor de maíz blanco al ocupar el cuarto lugar en el mundo; pero importa grano amarillo para satisfacer sus necesidades para el sector pecuario, explicó.
Tras señalar que es pronto para saber que está pasando en la Cruzada Nacional contra el hambre, la representante de la FAO en México dijo que hay que plantear una política de desarrollo nutricional y seguridad alimentaria integral, que requiere una planeación territorial.
Por su parte, el titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, habló que el gobierno federal busca revertir la pobreza alimentaria, que alcanza a 22 millones de personas, mediante el aumento de la producción, el impulso al crecimiento económico del país, la eficiencia, tenemos que resolver el problema estructural generando oportunidades de trabajo.
En el campo resaltó– impulsamos programas y políticas públicas que cambien del asistencialismo para incentivar la productividad y competitividad, con la finalidad de combatir el hambre en el país y luchar para mejorar las condiciones de desnutrición de millones de mexicanos.
En su oportunidad, la titular de la Sedesol, Rosario Robles Berlanga, destacó que la dependencia junto con la Sagarpa trabajan para transformar la condición de pobreza extrema alimentaria de siete millones de mexicanos, con esquemas y proyectos que garanticen el acceso y la producción de alimentos.
Reiteró que se busca que el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades rebase su enfoque asistencialista para integrar una salida productiva, porque “cuarenta por ciento de las mujeres están al frente de una parcela, pero no son sujetas de créditos ni de apoyos por no ser las dueñas de los predios. Tenemos que convertirlas en mujeres activas, autónomas, empoderadas, a partir de su propio esfuerzo, a través de la producción en huertos familiares y en agricultura de autoconsumo”.
Mencionó que la Cruzada Nacional Contra el Hambre muestra avances, como la emisión de la tarjeta del Esquema Alimentario Sinhambre, que permitirá a más de un millón de personas acceder a 13 productos alimentarios de alto valor nutricional; la instalación de comedores comunitarios, que en la contingencia climatológica de la montaña de Guerrero ayudaron a las poblaciones a superar la emergencia; y la incorporación de más de ocho mil escuelas de tiempo completo, para que los escolares tengan una buena alimentación.