Pesca ilegal genera pérdidas globales de hasta 23 mil mdd: FAO
La pesca ilegal está provocando un “impacto devastador” y es una amenaza para la seguridad alimentaria.
La pesca ilegal está provocando un “impacto devastador”, al generar pérdidas de entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado por año, lo cual equivale a entre 10 mil y 23 mil millones de dólares, anuales, señala un estudio reciente del Comité de Pesca (COFI) de la FAO.
El organismo subraya que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), “sigue constituyendo una amenaza importante a nivel mundial para la ordenación pesquera sostenible a largo plazo, la protección de ecosistemas productivos y saludables para la seguridad alimentaria y el medio de subsistencia de las comunidades costeras”.
Dicho ilícito se ha intensificado en los últimos 20 años, especialmente en altamar, y responde, en ocasiones, a la falta de alternativas de pescadores de escasos recursos, señaló la representante de la FAO en México, Nuria Urquía Fernández.
Por ello, en su ponencia La pesca y la acuacultura como sector estratégico en el crecimiento del sector primario, recomendó fortalecer los sistemas de evaluación y monitoreo de recursos pesqueros, así como los sistemas de inspección y vigilancia, garantizando la aplicación de las normas y diseñar políticas públicas orientadas a la sostenibilidad de los pescadores artesanales.
La sostenibilidad de la pesca y la acuacultura es fundamental para la alimentación y la seguridad alimentaria, por lo que Nuria Urquía habló de la necesidad de impulsar estrategias de apoyo al “crecimiento azul”, mediante alianzas de inversión público privadas y el acceso a crédito en mejores condiciones para inversiones en proyectos sostenibles (tasas subsidiadas).
Además se requiere contar con extensionismo acuícola, donde es imprescindible transferencia de tecnología y capacitación de acuicultores y de todos los productores en sanidad acuícola.
Urquía Fernández insistió en que México requiere estrategias para aumentar la demanda interna, a través de campañas de consumo focalizadas, mayores puntos de venta, mejora de infraestructura de transporte, mantenimiento de cadenas de frío, la inclusión de pescado en programas públicos de alimentación y con nuevas presentaciones de pescado procesado a precio contenido.
Amenaza contra pesquerías
De acuerdo con el estudio de la FAO, la pesca INDNR “continúa siendo una amenaza importante a nivel mundial para la sostenibilidad de las pesquerías a largo plazo y el mantenimiento de ecosistemas productivos y saludables, así como para la estabilidad socioeconómica de muchas comunidades dedicadas a la pesca artesanal y a pequeña escala del mundo”.
Destaca que la pobreza y la inseguridad alimentaria en los países en desarrollo son el resultado de la marginación económica y social y del uso de prácticas de pesca insostenibles provocadas por la pesca INDNR.
La pesca ilegal reduce la cantidad y calidad de las capturas disponibles para los pescadores de cierta zona, los cual “puede conducir a un incremento en los niveles de desnutrición, inseguridad alimentaria e incluso hambre en algunos lugares, y grandes pérdidas de empleo e ingresos en otros, extendiendo su impacto a la cadena de comercialización y otras esferas, y provocando de esta manera un efecto negativo en el desarrollo”, expone.
Esta práctica pesquera –añade– también afecta a las pesquerías a gran escala, presentando una competencia desleal para los pescadores que cumplen la ley, y entra en los mercados internacionales llegando directamente al consumidor.
El documento de la FAO señala que la pesca INDNR “está normalmente vinculada al trabajo indigno y la esclavitud, así como a acciones criminales y de piratería, tales como el tráfico de drogas y la trata de seres humanos”.
La pesca ilícita –recalca– también produce efectos nocivos en el medio ambiente, porque a menudo se usan prácticas y artes de pesca destructivos y, por consiguiente, las medidas de conservación y ordenación establecidas no se respetan, lo que provoca agotamiento de las poblaciones de peces, pérdida de la biodiversidad y daños en los ecosistemas, con efectos devastadores especialmente para algunos de los países más pobres del mundo que dependen en gran medida de la pesca para su alimentación, subsistencia e ingresos.
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*La producción pesquera y acuícola en mundo ascendió a 158 millones de toneladas en 2012, 10 millones de toneladas más que en 2010.
*La producción mundial de la pesca de captura marina se mantuvo estable en alrededor de 80 millones de toneladas en 2012.
*Menos del 30 por ciento de las poblaciones de peces en libertad controladas regularmente por la FAO están sobreexplotadas.
*Poco más del 70 por ciento de las especies se están explotando dentro de los niveles biológicamente sostenibles.
Fuente: El Estado mundial de la pesca y la acuicultura, FAO