Alto potencial de las Fincas Verticales
Las fincas verticales surgen como una oportunidad para producir alimentos de alta calidad y productividad, al lograr una eficiencia 15 por ciento superior a los invernaderos y un costo de producción hasta 30 por ciento inferior al cultivo tradicional, al eliminar riesgos y dar al productor el control total desde la siembra de la semilla hasta la cosecha de toda su producción, afirmó David Proenza, presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Agricultura en Ambiente Controlado.
“El futuro está en estos métodos, las oportunidades están aquí”, aseguró el especialista, quien llamó a los productores de México y América Latina a aprovechar la gran oportunidad que brindan las fincas verticales, pues es una técnica poco explotada en la región.
Si bien, informó, la tecnología inició en Japón, países como Taiwán y SudCorea ya emplean el mismo modelo y en el Continente americano sólo existen fincas verticales en Panamá (Urban Farms) y Estados Unidos. Por lo anterior, el objetivo del Congreso Internacional de Agricultura en Ambiente Controlado, que se realizará del 20 al 22 de mayo próximo en Panamá, al que acudirán los investigadores más connotados del mundo en estos métodos de producción, es dar las bases de capacitación al mayor número de productores de la región, que sepan que existe esta tecnología y conozcan cómo aplicarla tanto a nivel del productor como de los agronegocios.
Por ello, exhortó a todos los profesionales relacionados con la producción en Granjas Verticales, bajo techo, invernaderos y agricultura de precisión; a propietarios, altos ejecutivos, gerentes, administradores, ingenieros, técnicos, agrónomos, especialistas en sistemas hidropónicos, investigadores, desarrolladores, productores o cualquier otro cargo relacionado con el día a día de la agricultura bajo ambiente controlado, a asistir al Congreso que se realizará en la capital de Panamá.
“La finca vertical es el paso siguiente del invernadero. Mientras en el invernadero se puede producir en un solo nivel horizontalmente; en la finca vertical el concepto es producir de piso a techo. Pueden ser de 10 hasta 50 niveles, todo depende de la altura del techo que se disponga para producir, maximizando así el área de producción. En vez de producir un metro cuadrado 10 plantas, en la finca vertical produces 420 plantas en un metro cúbico”, detalló.
De acuerdo con Provenza la producción a través de fincas verticales tiene otros beneficios: “Le podemos decir a los productores que en la producción tradicional si sembramos mil semillas, desconocemos si podremos cosechar mil plantas. En el caso de la agricultura en ambientes controlados, en la finca vertical se siembran mil semillas y con seguridad sé que voy a cosechar mil plantas”.
Las fincas verticales, como aplicación de la agricultura en ambiente controlado recrea un microclima ideal libre de contaminantes, plagas o pesticidas, lo que produce alimentos de alta calidad y más saludables, agregó.
El también presidente del Congreso Internacional de Agricultura en Ambiente Controlado, agregó que una ventaja más es que como no se utiliza suelo, sino que la producción es a través de la hidroponía, se evita la contaminación del suelo por el uso de químicos.
Por si fuera poco, explicó, este sistema produtivo da mayores ganancias y más ciclos de producción. Por ejemplo, la lechuga requiere de 70 a 80 días a campo abierto, dependiendo la variedad. En la finca vertical se puede reducir a sólo 30 o 40 días la producción, porque al controlar el factor del sol a través de las luces led, podemos darle fotosíntesis a la planta hasta 18 horas al día y no sólo las ocho que puede recibir en el campo. Al final se logra que la planta produzca más volumen y se reduce su tiempo de cosecha.
Esta será la nueva forma de producir alimentos en el futuro,” proyectó, por lo que primero se debe entender qué es la agricultura en ambiente controlado y después aplicar estas nuevas tecnologías de punta.
Proenza reconoció que si bien esta tecnología requiere una alta inversión inicial –que depende del tamaño, la cantidad del producto y a dónde se va a producir-, resulta más rentable que la agricultura tradicional, la recuperación es más rápida, el costo de producción es 30 por ciento más bajo y la ganancia es más segura al eliminar todos los riesgos que existen en la producción tradicional.
La técnica ha sido impulsada por las universidades más importantes del mundo, pues nació en Japón, donde el gobierno donó a la Universidad de Chiba 130 millones de dólares y mediante una alianza entre el gobierno, la academia y empresas privadas como Panasonic, Mitsubishi y otras, firmaron un convenio de desarrollo tecnológico para la producción de alimentos que dio como resultado la finca vertical, que es el paso siguiente a la producción en invernaderos, pero en múltiples niveles verticales del piso al techo.
En la actualidad Japón cuenta con 200 fincas verticales aproximadamente, ya se usa en Taiwán, SudCorea, países europeos, Estados Unidos, Panamá y cuenta con un alto potencial para extenderse por países de América Latina y México.
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