Subida del aceite de palma mantiene tendencia alcista de precios de alimentos
El pronóstico actualizado de la FAO sobre la cosecha mundial de cereales apunta a mercados estables para los productos básicos.
Roma – Los precios mundiales de los principales alimentos básicos aumentaron en abril, marcando su tercer aumento mensual consecutivo después de cuatro años de descenso.
El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó un promedio de 151,8 puntos en abril, con un aumento del 0,7 por ciento respecto a marzo. Con ello se sitúa cerca de un 10 por ciento por debajo de su nivel de hace un año y más de un tercio menos que sus niveles máximos de 2011.
Este aumento gradual está lejos de ser uniforme. El incremento de abril estuvo impulsado por los precios del aceite de palma y, en menor medida, los cereales, mientras que los precios del azúcar se redujeron después de un fuerte aumento en marzo.
El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los precios internacionales de cinco grupos principales de productos básicos alimentarios: cereales, aceites vegetales, productos lácteos, carne y azúcar. Su declive en el último año refleja los abundantes suministros de alimentos, una desaceleración económica mundial y la mayor fortaleza del dólar EEUU.
El índice de precios de aceites vegetales de la FAO aumentó un 4,1 por ciento, debido en gran parte a una perspectiva negativa sobre la producción de aceite de palma de 2016, junto con una creciente demanda en todo el mundo.
El índice de precios de los cereales de la FAO subió un 1,5 por ciento en abril, debido principalmente a las cotizaciones internacionales del maíz, influidas por un dólar EEUU más débil y el efecto indirecto del sector de las semillas oleaginosas. Sin embargo, los precios del arroz se redujeron ligeramente, mientras que los mercados de trigo registraron subidas limitadas en medio de expectativas de grandes suministros de las cosechas en la nueva temporada.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO se redujo un 2,2 por ciento, al continuar creciendo las existencias de mantequilla y queso en los principales países exportadores. El índice de precios de la carne subió por su parte un 0,8 por ciento, impulsado por el fortalecimiento de la demanda de carne de vacuno australiano en los Estados Unidos.
El índice de precios del azúcar de la FAO cayó un 1,7 por ciento en abril después de un fuerte aumento del 17 por ciento del mes anterior. Aunque se mantiene la preocupación sobre la producción mundial de azúcar, Brasil -con diferencia, el principal exportador- ha tenido su segunda mayor cosecha en la historia y se prevé un descenso en el uso de la caña de azúcar para producir etanol.
Los subíndices del azúcar y los aceites vegetales son los únicos que están actualmente en niveles más altos que los de abril de 2015.
Mejores perspectivas de producción de cereales
La FAO elevó ligeramente su pronóstico para la producción mundial de cereales en 2016, a cerca de 2 526 millones de toneladas, prácticamente la misma que en 2015 y, potencialmente, en vías de ser la segunda mayor cosecha mundial alcanzada hasta ahora, según la Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales, también publicada hoy .
Este mayor volumen se explica casi en su totalidad por la mejora de las perspectivas para la producción de trigo, ya que las condiciones climáticas invernales han sido favorables para los rendimientos probables en la Unión Europea, la Federación de Rusia y Ucrania. Con 717 millones de toneladas, el pronóstico de la producción de trigo en 2016 se queda en 16 millones de toneladas por debajo respecto al nivel récord del año pasado.
El nuevo pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de cereales secundarios – incluyendo cebada, maíz, mijo, avena, centeno y sorgo- se sitúa en 1 314 millones de toneladas, alrededor de un uno por ciento por debajo de la producción de 2015. La FAO dejó invariable su pronóstico de la producción mundial de arroz en 495 millones de toneladas, alrededor de un uno por ciento más que el año anterior, aunque el impacto del fenómeno climático de El Niño no estará todavía claro hasta pasados unos cuantos meses.
Se prevé que la utilización mundial de cereales en la próxima temporada aumente sólo un 1,1 por ciento, debido a un crecimiento más lento en el uso de los cereales -especialmente trigo y cebada- como pienso para el ganado.
Como resultado, las existencias mundiales de cereales deberían descender un 3,3 por ciento (21 millones de toneladas) en el transcurso de la nueva temporada. Se prevé un mayor descenso de las existencias en Brasil, Tailandia, India, China, Marruecos, la República Islámica de Irán, Argentina y Sudáfrica, según la FAO.
También se espera una ligera disminución en el comercio mundial de cereales -a 367 millones de toneladas- con fuertes caídas de las importaciones de cebada y sorgo de China, así como de la importación de maíz de la UE, que compensarán con creces las crecientes importaciones de maíz de los países afectados por la sequía en África austral.