Casos de éxito

Impulsarán esquemas voluntarios de Áreas Protegidas

Las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC) cumplen 10 años de haber sido incorporadas al Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (ANP) y para conmemorar esta acción la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González Blanco, el comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Andrew Rhodes Espinoza, y Sabatié Jean-Baptiste, director regional para México de la Agencia Francesa de Desarrollo, acudieron a la Cámara de Diputados para conmemorar una década del fortalecimiento institucional.

Este evento se suma a una serie de actividades cuyo objetivo es fortalecer y difundir los beneficios de la certificación voluntaria con la participación y dialogo con comuneros, ejidatarios, organizaciones civiles, propietarios y público en general.

Las ADVC son ANP de competencia federal a las que se les asigna una función de interés público. Responden a la iniciativa de pueblos indígenas, organizaciones sociales, personas morales, públicas o privadas, que voluntariamente destinan sus predios y recursos a acciones de conservación ambiental.

Además proporcionan servicios ambientales, entre los cuales están la captación de agua, mitigación de los efectos del cambio climático, la regulación del clima, el control de la erosión, el mejoramiento de la calidad del aire y del agua, el mantenimiento y protección de los ecosistemas y la conservación de especies de flora y fauna.

Durante el encuentro, González Blanco hizo entrega de los certificados que reconocen a diversos sitios, entre ellos la Loma del Gorrión, en Coahuila; el Área de Conservación Moku, del Municipio de Champotón, en Campeche; el Área Costa Salvaje Wildlands IV, del Municipio de Ensenada, en Baja Califorina y el Área Rancho Don Andrés, del Municipio de la Huerta, Jalisco, como Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), y anunció que la actual administración tiene como meta incrementar sustancialmente la superficie bajo conservación voluntaria.

La titular de Semarnat señaló que la participación de la sociedad es un elemento fundamental e indispensable para lograr el desarrollo sustentable de México. Hizo incapié en que todas las políticas públicas planteadas desde el gobierno deben desenvolverse en estrecha coordinación con las comunidades donde serán implementadas. “No hay mejor forma de celebrar 10 años de conservación voluntaria en México, que comprometiéndonos a ampliar considerablemente la superficie de conservada de manera voluntaria”, aseveró.

Por su parte, el comisionado nacional de Áreas Naturales Protegidas destacó que las ADVC son el instrumento perfecto para consolidar una cultura de conservación y consolidar la certificación voluntaria en el país. Destacó que se busca lograr la menta a través del trabajo conjunto con ejidos, comunidades, sociedad civil organizada, academia, empresarios y pequeños propietarios”.

La diputada Beatriz Manrique Guevara, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, indicó que la voluntad de conservar es un elemento importante, sin este ingrediente los esfuerzos humanos y ecológicos que se inviertan en la conservación de especies o de ecosistemas no rendirán ningún fruto, por el contrario, se convertirán en procesos conflictivos y desde luego de cortas expectativas.

Por su parte, el senador Eduardo Enrique Murat, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Senadores, indicó que contamos con un componente de cooperación internacional representado en este evento por la Agencia Francesa de Desarrollo, a la cual agradece profundamente voltear la mirada hacia México, y participar en el impulso de proyectos destinados a la conservación de nuestros recursos naturales.

Durante el proceso de certificación de un Área Voluntaria, la CONANP asesora y funge como fedatario de la voluntad y de las políticas, criterios y acciones que los propietarios pretenden realizar en sus predios. Los propietarios nunca pierden potestad sobre sus tierras y obtienen beneficios como el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, potencial acceso a mercados especializados de productos y servicios, y también la posibilidad de alianzas con organizaciones civiles, gubernamentales o académicas.

Esta herramienta de conservación de la biodiversidad se incorporó a la legislación ambiental en el año 1996 y en 2002 fue certificada la primera ADVC. Hace 10 años, de acuerdo a las modificaciones a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) de 2008, las ADVC fueron incorporadas al Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (ANP) competencia de la federación. Actualmente, existen 332 ADVC distribuidas en 24 Estados de la república que cuentan con una superficie aproximada de medio millón de hectáreas y la participación de más de 84 mil personas, incluyendo representantes de 16 pueblos indígenas.

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