Detener la degradación ambiental y social, objetivo de Sembrando Vida
El programa Sembrando Vida no solo esta diseñado para reforestar o producir, sino para detener la degradación ambiental y social a través de un cambio de rumbo y generar las condiciones para que el modelo continúe con su propia dinámica más allá del sexenio, aseguró la secretaria de Bienestar, María Luisa Albores González.
Con el programa, aseveró, se cuida que el sembrador y la sembradora tengan recursos permanentes, que lo reciban mes a mes y que en este tiempo tengan asistencia técnica de un binomio de personas, un técnico social y un técnico productivo.
Durante su participación en la cuarta conferencia sobre Autosuficiencia alimentaria e innovación tecnológica con prácticas sustentables, en la Sader, enfatizó que el centro del programa es regenerar el tejido social comunitario porque una comunidad es más horizontal. La gente del campo sabe mucho así como la que tuvo la oportunidad de ir a las universidades. “Queremos quitar todos esos preceptos donde el técnico o la técnica sabían todo y llegaban a dar un paquete tecnológico, nosotros no queremos eso, queremos construir a partir del conocimiento en la comunidad”.
La secretaria federal mencionó que han visto una feminización del campo pero no tienen posesión de la tierra, así que trabajarán para dar ese salto.
Para el primer año de operación del programa se tienen registradas 229 mil 091 personas que representa el 99.6 por ciento de la meta establecida, de las cuales 70 mil 473 son mujeres y 158 mil 618 son hombres.
En este año se esta trabajando en 8 estados de la república y se pretende que para el 2020 Sembrando Vida este en 15 estados.
También mencionó, que quieren dar el salto generacional a través de la incorporación de los jóvenes del programa Jóvenes construyendo el futuro. Los becarios son los promotores comunitarios que son de esa región o comunidad
Albores González informó que a la fecha las y los campesinos incorporados al programa han establecido más de 404 mil hectáreas de Milpa Intercalada de Árboles Frutales ( MIAF) y Sistemas Agroforestales (SAF), siendo la primera la que está proveyendo a las comunidades de alimentos como: maíz, frijol, chihua, calabaza, chile y ejotes, entre muchos otros que están contribuyendo al auto consumo y a la creación de comunidades sustentables, al fomentar la economía social y solidaria y con ello la reconstrucción del tejido social.
El modelo se basa en la agricultura orgánica con viveros comunitarios y biofábricas. Para este año tienen planeadas tener 9 mil 200 biofábricas y 5 mil 750 viveros comunitarios con una capacidad de 50 mil plantas. El gran reto es tener 575 millones de árboles para poderlos meter dentro del programa agroforestal, enfatizó.