Agronegocios

Organizaciones llaman a defender tortilla nixtamalizada con norma oficial

Las hechas de harina añaden aditivos y colorantes, engañando al consumidor

Organizaciones que integran la Alianza por la Salud Alimentaria hicieron un llamado para defender la tortilla nixtamalizada, ya que hoy la mayoría este alimento está hecho con harina de maíz industrializada (Maseca o Minsa) o mezcla de maíz con masa.

Esta tendencia en el consumo ha provocado que la tortilla que consumimos pierda parte de su valor nutrimental, además de que las empresas añaden aditivos y sustancias para imitar el color y la textura de la tortilla tradicional, expusieron.

Por ello llamaron a participar en esta defensa a través de la consulta pública del proyecto de NOM-187 que regula la elaboración y la venta de la tortilla, así como otros productos de maíz como tostadas y botanas.

Muchas de las tortillas que dicen estar hechas con maíces de colores o con ingredientes como nopal o chiles, en realidad usan colorantes o blanqueadores para dar esa apariencia, engañando a los y las consumidoras.

En rueda de prensa representantes de la Alianza subrayaron que la industria ha alejado a la tortilla del alimento tradicional que conocíamos y lo han convertido en un alimento ultraprocesado de menor valor nutricional.

Mercedes López, de Vía Orgánica, explicó que en el caso de las tortillas producidas por Maseca, el proceso de nixtamalización es incompleto, con unas 6 horas máximo de remojo, mientras que en las tradicionales el maíz se remoja entre 14 y 18 horas, lo que permite retirar el pericarpio y mejorar su valor nutricional.

Además, añadió, el consumo de agua es muy diferente, pues las tortillas manuales usan 2 litros de agua para nixtamalizar, mientras que las industriales gastan de 3 a 5 litros. Las tortillas elaboradas con harina de maíz industrializada tienen además 50% menos calcio que las elaboradas con maíz nixtamalizado y tienen hasta 64 aditivos químicos, conservadores, humectantes y colorantes químicos, sin que se informe al consumidor de este contenido.

Las organizaciones recordamos que desde la época prehispánica, nuestra tortilla tradicional estaba hecha a base de la masa de maíz nixtamalizado, lo que le daba gran cantidad de nutrimentos que ayudó a que miles de personas tuvieran una nutrición de calidad con sólo una dieta a base de maíz, frijol, calabaza, nopal, entre otros vegetales.

No obstante, el consumo de tortilla per cápita ha disminuido de ocho tortillas a dos, en promedio, y esto esta relacionado con problemas de sobrepeso y obesidad, de acuerdo con estudios.

Katia García, vocera de la Alianza por la Salud Alimentaria, comentó que gracias al proceso de nixtamalización, en el que se agrega cal a la masa del maíz, la tortilla se convierte en una buena fuente de calcio. La tortilla de maíz nixtamalizado, además, es fuente de potasio, ácido fólico y fibra:

Los principales cambios de la norma

Las organizaciones destacaron que el proyecto de nueva Norma Oficial Mexicana de la tortilla, así como de otros productos de maíz, señala que “los productos deberán indicar en su etiqueta si están hechos a base de masa de maíz nixtamalizado, harina de maíz industrializada o una mezcla de harina con masa”.

Plantea que los productos deberán señalar el porcentaje de los productos que se utilizan, por ejemplo, si se utilizaron ingredientes adicionales como nopal o chiles, ya que en la mayoría de los casos el porcentaje es muy bajo. De esta forma, las y los consumidores estarán informados sobre el uso de ingredientes adicionales en el producto.

Los productores tendrán la obligación de indicar en la lista de ingredientes el uso de aditivos y coadyuvantes presentes en los productos, actualmente se usan para imitar la textura de la tortilla tradicional.

Las tortillerías deberán exhibir en un cartel los ingredientes, aditivos y coadyuvantes que utilicen en la elaboración de sus productos. Esto también permitirá a los consumidores saber de la presencia de estas sustancias y realizar una decisión informada de compra.

Prohíbe el uso de colorantes o blanqueadores para imitar el color del maíz o de un ingrediente opcional.

El proyecto establece que los productos elaborados con maíces nativos puedan usar una leyenda en su etiqueta. Para comprobar que, efectivamente, los productos están elaborados con maíces nativos, se propone que sea una instancia pública especializada y no un ente privado quien realice esta declaración. Estas disposiciones son importantes porque los maíces nativos forman parte del patrimonio biológico y cultural del país, tienen un alto valor nutricional y contribuyen a mejorar las dietas de la población mexicana.

La propuesta incluye nuevas definiciones de producto a granel y productos preenvasados. Para que las tortillas sean consideradas productos a granel deben ser pesadas y vendidas exclusivamente en el lugar en el que se elaboran, de lo contrario se entiende que son productos preenvasados que deben cumplir con la regulación de esta categoría, por ejemplo, ser etiquetados.

Malin Jönsson de Semillas de Vida, consideró fundamental que se pague a las y los campesinos de sus maíces lo suficiente para una vida digna. “Con esta norma se genera un mecanismo de diferenciación que lo hace posible, pero todo depende de su implementación”.

Las organizaciones recordamos que se pueden enviar comentarios hasta el 16 de abril que cierra la consulta pública a las autoridades encargadas de esta norma, que son la Secretaría de Economía y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a través del sitio www.salvemosnuestratortilla.org

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