Liconsa pierde proveedores nacionales; importará 50 mil t de leche en polvo en 2022
En dos años su padrón se redujo de 12 mil a 4 mil ganaderos lecheros
La principal proveedora de leche para 5.9 millones de familias mexicanas, Liconsa, tiene dificultades para obtener el volumen necesario de este alimento, en territorio nacional, para cumplir con sus programas sociales, dado que los ganaderos ahora prefieren vender a la industria y compradores regionales, quienes pagan más por el lácteo. Ante ello, la dependencia tendrá que importar este año 50 mil toneladas de leche en polvo, de los cuales 20 mil ya están comprometidas con el gobierno de Estados Unidos.
La dependencia, a la que los ganaderos mexicanos habían visualizado como una opción de compra, está perdiendo terreno frente a los industriales, quienes ante el alza de insumos y del transporte, que elevó también el precio internacional de la leche en polvo, están comprando leche fluida por arriba del Precio de garantía que estableció el gobierno federal, que es de 10 pesos por litro, y ofrecen al ganadero 10.20, 10.40 o 10.50 pesos, de acuerdo a la región y la empresa.
“Liconsa se está quedando sin leche y como el gobierno federal tiene que cumplir con sus programas de abasto social para la gente de escasos recursos trae leche de donde la encuentre y tendrá que importar más”, afirma Salvador Álvarez Morán, presidente del Gremio Lechero de la República Mexicana (GLRM), quien estimó que las compras al exterior serán de 50 mil toneladas al cierre del año.
Lo paradójico es que Liconsa no paga más de 10 pesos por litro al productor nacional, pero la leche en polvo está alrededor de 4 mil dólares por tonelada y, aunque hoy va a la baja, resulta costoso rehidratarla para obtener leche fluida y, al final, su costo es de entre 12 y 13 pesos por litro,
De está manera de los 12 mil o 13 mil productores que entregaban leche fluida a Liconsa en 2020, ahora queda un padrón de alrededor de 4 mil, “cuando mucho”, subraya Salvador Álvarez en entrevista con imagenagropecuaria.com
El año pasado, afirma el dirigente ganadero, Liconsa no realizó importaciones, pero la industria importó 320 mil toneladas y para este año se mantendrá este volumen”.
México produce 12 mil 100 millones de litros y nuestro consumo interno es de 15 mil millones, por lo que se tiene que recurrir a las importaciones.
El dirigente de los productores de leche indicó que los costos de producción han subido de marzo de 2020 a la fecha en 40%, y ninguno de los dos insumos para alimento balanceado, pasta de soya y maíz forrajero, lo producimos en México. Sólo de éste último importamos 95% de nuestras necesidades y al termino del año compraremos al exterior alrededor de 18 millones de toneladas.
Queremos que Liconsa sea un referente, manifiesta el dirigente ganadero, pero en los últimos años no lo ha sido en precio. En 2005 empezó a captar en sus centros de acopio un volumen importante, pero en la actualidad sólo compra entre 5% y 6% del total de volumen de producción de leche nacional.
En 2018, la dependencia compró alrededor de 700 millones de litros a 8.20 pesos por litro, luego subió el precio en la presente administración federal a 8.50, 9.20 y 10 pesos. No obstante, para que el productor tenga rentabilidad requiere un precio de entre 11.70 y 12 pesos, asegura Salvador Álvarez.
Resalta que ante los costos tan elevados de insumos, los productores han dejado de entregar a Liconsa y alrededor del 20% ya salieron del negocio por incosteabilidad. Los productores están abandonando a Liconsa porque tienen mejores oportunidades, a lo mejor un poco más riesgosas, con los queseros, con algunos industriales pequeños de productos regionales, pero que están pagando más.
El presidente del GLRM considera que el gobierno federal se equivoca al ayudar a los gobiernos de otros países a solucionar sus precios internos, en vez de hacerlo con el productor nacional y conseguir la leche aquí, y así alcanzar la autosuficiencia alimentaria que tanto pregonan y que hay no cumplen. “Nos sentimos muy solos y no hay ningún apoyo como el que reciben los socios comerciales”, lamenta.
En el foro “Panoramas y retos de la leche en México”, realizado el pasado 25 de julio en la Cámara de Diputados, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Manuel Villalobos Arámbula, destacó que el precio de garantía de la leche se elevó de 9.20 a 10 pesos. “Estamos claros que no se está pagando en algunas ocasiones o en algunos lugares ese precio; por ello, estamos atendiendo y acompañando a los ganaderos para que se cumpla”.
Sobre la importación de leche en polvo, indicó que todos los años se hace; en 2021, Segalmex importó alrededor de 330 mil toneladas; este año van 132 mil, “vamos a importar 20 mil más para completar el 2022 y, de esta forma, garantizar que las familias que son atendidas a través de Liconsa tengan este importantísimo producto”.
En tanto, José Luis Castillo Herrera, gerente Metropolitano Sur de Liconsa, mencionó que Liconsa tiene un padrón de 5 millones 900 mil beneficiarios; 70 por ciento está en las zonas urbanas y 30 por ciento en las rurales, a quienes se les otorga hasta 4 litros de leche a la semana.
Precisó que el precio por litro subsidiado oscila en los 5.50 pesos, a excepción de Oaxaca, Chiapas y Guerrero, cuyo costo es de 4.50 pesos, y en los 611 municipios de muy alta marginación es de 2.50 pesos.
Desde 2003, recordó, Liconsa comenzó a comprarle leche a los productores nacionales; se ha llegado a adquirir cerca de 750 millones de litros, de los mil millones que se necesitan, a través de los 56 centros de acopio instalados en 13 estados de la República.