Orgánicos y Exóticos

Necesario Plan Nacional de Agricultura Orgánica en México

La agricultura orgánica es diferente a la agricultura química, en el sentido que ésta busca no sólo prescindir del uso de plaguicidas y productos de síntesis química y transgénicos, sino trabajar en armonía con el ambiente, así como mejorar las condiciones económicas y sociales de productores y consumidores.

Este tipo de agricultura se basa en principios —ecológico, de salud, de equidad y precautorio— que señalan que la salud del suelo, plantas, animales, el ser humano y el planeta deben sostenerse y fortalecerse como unidad indivisible, basarse en los ciclos ecológicos, fundamentarse en relaciones que aseguren la equidad y ser manejada en una manera responsable y precautoria para proteger la salud y el bienestar de las actuales y futuras generaciones.

Este sistema de producción, además de considerar las características ambientales para el diseño de los aspectos técnico-productivo, toma en cuenta el desarrollo socioeconómico y cultural de productores y consumidores.

Al incluir la dimensión ambiental y socioeconómica este tipo de práctica tiene una visión más holística, integradora, que relaciona las esferas de acción no sólo de la producción primaria, sino que involucra ambiente, salud, desarrollo social, economía, mercado, educación, desarrollo científico y tecnológico.

Desde este panorama, la agricultura orgánica tiene un carácter transversal y se inserta en campos de acción de diversas secretarías de Estado.

De los compromisos internacionales que México ha signado con la Organización de las Naciones Unidas, entre ellos el documento los Objetivos del Desarrollo del Milenio, se menciona: a) la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, b) garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, c) mejorar la salud, d) reducir la desigualdad social.

Dichos objetivos concuerdan con el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, presentado en mayo de 2007 por el presidente de la República, Felipe Calderón, y a su vez pueden hacerse viables mediante estrategias de producción orgánica.

En este contexto, se hace necesario impulsar la investigación, capacitación y transferencia de tecnología en producción orgánica.

Investigación y capacitación

Respecto de la investigación, dado que esta actividad productiva incluye aspectos puntuales y transversales, se requiere fortalecer la investigación de tipo interdisciplinario y participativo.

Algunas necesidades de generación de conocimiento y aplicación directa que requieren investigarse en esta actividad son:

Conservación y manejo de biodiversidad, entre ellas semillas y cultivos nativos.

Reciclaje, manejo y aprovechamiento de residuos orgánicos.

Estrategias biológicas de fertilización orgánica.

Protección de cultivos con esquemas no agresivos con el ambiente.

Conservación y recuperación de suelos y agua.

Procesamiento y transformación orgánica de productos vegetales y animales.

Organización de productores.

Esquemas de comercialización alternativa en los ámbitos local, nacional e internacional, que incluyan comercio justo.

Certificación de la producción tanto privada como la social o participativa.

Educación ambiental para la producción y consumo sustentable.

Alimentación y vida sana.

Sociología del consumo.

En cuanto a la capacitación, cabe mencionar que aun cuando el esquema agrícola productivista tipo revolución verde y la formación de profesionales de la agronomía con este tipo de formación están en crisis, ya que ha disminuido el ingreso a este sector educativo, han sido escasas las propuestas de las instituciones de educación agrícola superior para atender la demanda y requerimiento que este tipo de producción necesita. En varias instituciones se han incluido cambios curriculares, entre ellos a partir de la década de 1990 surgen carreras como ingeniería en agroecología, en la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y posteriormente en otras universidades.

Esta deficiencia ha sido en parte atendida por organizaciones de productores orgánicos, ONG ambientalistas y algunas instancias oficiales (INCA y FIRA), las cuales han promovido cursos de agricultura orgánica, específicamente en algunos aspectos técnico-productivos.

Por ello se requiere fortalecer la formación de profesionales en el ámbito de la producción orgánica, así como consolidar y fortalecer los esfuerzos que se están haciendo tanto para la capacitación de productores como para la capacitación de educadores, capacitadores y tomadores de decisiones.

Al igual que la capacitación, la transferencia de tecnología en agricultura orgánica ha tenido más impulso por medio de los esfuerzos de organizaciones no gubernamentales y de los intercambios de experiencias entre productores (entre ellas los intercambios de campesino a campesino), que por las instituciones gubernamentales y de educación e investigación agrícola.

Programa Nacional de Agricultura Orgánica

Dado que impulsar este tipo de producción debería de tener carácter prioritario, se requeriría constituir un organismo descentralizado del Estado que atendiera las necesidades del sector por medio de un programa nacional de agricultura orgánica.

En ese programa se vincularían las acciones que vienen realizando las secretarías de Agricultura, de Medio Ambiente, de Salud, de Economía, así como universidades e institutos de investigación, organizaciones de productores, organizaciones no gubernamentales, que se están realizando de manera aislada y desarticulada.

El programa deberá establecer líneas de acción en investigación, capacitación, transferencia de tecnología y certificación en agricultura orgánica; así como generación de información de la producción, para los productores y para los consumidores.

En la actualidad, a pesar de haberse aprobado y publicado la Ley de Productos Orgánicos en febrero de 2006, hay una desvinculación entre diversas secretarías de Estado, e incluso al interior de éstas, para atender las actividades relacionadas con la producción orgánica, con lo cual no ha habido cumplimiento de la ley en general, entre otros el artículo 1, numeral 1, el cual a la letra señala:

“Promover y regular los criterios y/o requisitos para la conversión, producción, procesamiento, elaboración, preparación, acondicionamiento, almacenamiento, identificación, empaque, etiquetado, distribución, transporte, comercialización, verificación y certificación de productos producidos orgánicamente.”

Por lo anterior, se hace necesario, dada su importancia, establecer este programa nacional que realice actividades transversales con el fin de apoyar y promover el desarrollo de la agricultura orgánica.

Insistimos, fortalecer la agricultura orgánica tiene implicaciones como son la mejora de los recursos naturales, entre ellos la conservación de suelo y agua, la reducción de la contaminación al no usar productos de síntesis química tóxicos, al aumentar la fijación biológica del carbono, con lo cual se reducen los gases de efecto invernadero e indirectamente el cambio climático, al conservar la biodiversidad y las plantas que han servido de alimento en diferentes condiciones ambientales y culturales que permite la soberanía y seguridad alimentaria, también se promueve la salud humana, al favorecerse la producción y consumo de productos sanos; esto trae como consecuencia la reducción de gastos en medicamentos, la disminución en la desnutrición y se fortalece el desarrollo sostenible de la población.

De igual modo, se generan relaciones de consumo responsable, de manejo ambientalmente adecuado de productos, de seguimiento de los procesos productivos, que permiten la certificación participativa y el desarrollo de relaciones de confianza.

El crecimiento y aceptación de este tipo de producción, lo hace un sector dinámico, que genera empleos, divisas, relaciones comerciales locales e internacionales con nuevos paradigmas entre ellas el Comercio Justo y la Economía Solidaria.

Experiencias en otros países, muestran un apoyo en políticas públicas para fomentar la producción orgánica. Por ejemplo, en Suiza el uso de productos orgánicos es obligatorio para la alimentación de infantes; en Costa Rica existe un Programa Nacional Orgánico establecido directamente desde el Ministerio de Agricultura que cuenta con fondos tanto nacionales como internacionales; en España se ha establecido una Dirección de Agricultura Ecológica que genera planes de agricultura ecológica en donde existen apoyos transversales de las consejerías de Agricultura y Pesca y del Medio ambiente, entre otros.

En nuestro país se hace necesaria la conformación del Consejo Nacional de Producción Orgánica, que se establece en la Ley de Productos Orgánicos, para que entre sus actividades impulse tanto la generación del programa nacional de producción orgánica, como la instancia nacional que coordinará dicho programa y evite la desvinculación que actualmente existe.

Implementar tales acciones requiere tanto el convencimiento personal para mejorar la salud de la población y de nuestros ecosistemas, así como de políticas públicas que realmente impulsen estas estrategias mediante la asignación de recursos económicos y del establecimiento del Programa Nacional Orgánico.

Ponencia presentada en el foro ”Retos y Perspectivas del Movimiento Orgánico en México”, efectuado el pasado 25 de julio, en el Senado de la República.

1 2Página siguiente
Mostrar más

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button