Orgánicos y Exóticos

Cacahuates orgánicos chiapanecos de exportación

Así lo expresa José Antonio Vázquez, presidente de la agrupación Portillo del Higo, quien señala que los cacahuates se comercializarán enchilados, al estilo español, naturales o crudos.

Conseguir esta certificación ha implicado un costo total de entre seis mil o siete mil pesos por hectárea anual de gastos hechos desde el 2006, comenta el productor. Esto, “sin contar el pago de la inspección interna y externa que implica tiempo y dinero, ya que los inspectores externos nos llevan a caminar los terrenos, para ver los tipos de cultivos que estamos haciendo sobre todo cuidando que no se usen químicos en el control de las plagas sino que sea todo totalmente orgánico”.

Por ello, también han tenido que usar abonos orgánicos. “Tenemos módulos de lombricomposta donde las lombrices trabajan por medio del estiércol del conejo, del borrego para conseguir de ahí el líquido para fertilizar el cacahuate”.

Entonces, añade, para nosotros implica un poquito de más trabajo, más dinero, más inversión, pero hemos visto un mayor rendimiento de la tierra, porque del 2005 para atrás la producción era un poco menor por usar químicos. Por hectárea estábamos cosechando hasta tonelada y media, pero desde el 2006 aumentó a dos toneladas y media por hectárea.

Pero este esfuerzo realizado en 136 hectáreas que conseguirán ser certificadas, antes de que finalice este año, por Certification of Environmental Standards GmbH, (CERES) de Alemania, se verá recompensado porque, “muchos clientes que se interesan en el producto, quieren distribuirlo en México, Estados Unidos y Alemania”, nada más se cuente con este reconocimiento, según indica José Antonio Vázquez.

Para los cacahuateros de esta pequeña empresa de Cintalapa, Chiapas, la intención es cuidar el ambiente. No dañarlo, aunque esto implique un mayor gasto pues tendrán un mayor beneficio y mejores calidades, dice el productor que ha visto limitado su mercado a sólo algunas ciudades del estado como son: Cintalapa, Tuxtla Gutiérrez, Tonalá, y Arriaga.

Por eso, aunque el proceso de certificación se ha llevado ya cuatro años de transición, la apuesta es por “mejorar la calidad para mejorar la economía”, y porque la certificación los acerca a vender al extranjero y así serán mejor conocidos, con apoyo del gobierno estatal y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que han hecho más fácil sobrellevar esta carga de gastos que han tenido, reconoce Vázquez.

1 2Página siguiente
Mostrar más

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button