Lechuga orgánica saludable y de alto valor
Pro Orgánico, una empresa familiar dedicada a la producción y comercialización de productos orgánicos que inició operaciones formalmente en el 2003 en Monterrey, Nuevo León, producirá alrededor de 20 mil cajas (24 piezas cada una) de lechuga orgánica este ciclo primavera-verano, mismas que comercializará en las tiendas de HEB, Walmart Supercenter, Superama, Soriana, SMart y próximamente en Chedraui y Comercial Mexicana; donde cada lechuga tendrá un precio al público de entre 15 y 20 pesos.
En la empresa están asociados cuatro productores, quienes en el ciclo primavera-verano cultivan lechuga orgánica en una superficie de 20 hectáreas a cielo abierto, mientras que en otoño-invierno lo hacen en túneles de plásticos, obteniendo rendimientos promedio de mil cajas de 24 piezas por hectárea, de tal forma que cosechan alrededor de 20 mil cajas de lechuga orgánica cada temporada.
Las variedades que producen son: orejona verde y roja, hojas verdes y rojas, lollo rossa, lollo bionda y mantequilla.
Luis Elizondo, director general de Pro Orgánico, comentó en entrevista para www.imagenagropecuaria.com, que los beneficios de la agricultura orgánica está ofrecer a los productores de bajo volumen una ventaja atractiva al aumentar sus ingresos al recibir un mejor precio por sus cosechas. Esto se logra porque se obtiene un sobre precio al ofrecer a los consumidores un producto de alto valor; reducir y, en algunos casos, eliminar intermediarios; disminuir costos al prescindir de agroquímicos y participar en un mercado de mayor conciencia social.
Aunque aseguró que “mejorar los ingresos no es lo único y seguramente no es el más importante de los provechos que un productor obtiene al abrazar la filosofía orgánica, pero sí es muy visible y atractivo para quienes no conocen esta forma de relacionarse con la tierra y los alimentos que en ella producimos”.
Otras consecuencias trascendentes para quienes trabajan la tierra de manera orgánica son: evitar que los trabajadores de las parcelas se expongan a los peligros potenciales que resultan de la exposición de agroquímicos; revalorar las tradiciones de muchas comunidades; promover los esfuerzos en común mediante cooperativas que permiten reducir costos y elevar la competitividad; preservar y mejorar la tierra patrimonio de los campesinos.
Además de obtener alimentos variados de alta calidad para el autoconsumo; promover la permanencia de los agricultores en las zonas rurales evitando la migración; ofrecer un mejor trabajo a los miembros de la comunidad y recuperar la esperanza de alcanzar niveles de vida dignos sin necesidad de abandonar sus raíces, refirió Luis Elizondo.
Por otra parte, calificó a la agricultura orgánica como una actividad laboriosa pero no difícil, “A muchos agricultores convencionales les cuesta trabajo porque el enfoque es muy distinto; nosotros nos preocupamos más por la salud del suelo que por aportar nutrientes a la planta, por provocar un equilibrio con los otros seres vivos en el ecosistema, que por eliminar lo que nos estorba”.
En lo que respecta al futuro de los productos orgánicos, el director de Pro Orgánico señaló, “el creciente interés que hay en los consumidores por los alimentos saludables y específicamente orgánicos no es una moda, sino una tendencia, los alimentos orgánicos llegaron para quedarse y crecer”.
