Los pequeños y medianos productores de leche, que aportan alrededor del 70 por ciento de la producción nacional, propusieron al gobierno federal la constitución de una cooperativa lechera nacional, bajo la responsabilidad de Liconsa, donde se conserve la política de desarrollo, la rectoría de la industria de lácteos y la administración sin corrupción.
El presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz, llamó a la nueva administración a apoyar a este segmento de productores para, con mayor producción, sustituir importaciones y sólo recurrir a compras en el exterior en casos de absoluta necesidad del alimento.
A través de un comunicado también manifestó que los productores de leche organizados, podrían incursionar en la comercialización del producto y la diversificación de derivados lácteos auténticos, genuinos, a fin de comercializarlos hasta un 40 por ciento menos respecto a los de las cadenas comerciales.
Con esto, aseguró, se podría beneficiar a buena parte de mexicanos que no califican para los programas sociales y tampoco pueden adquirir el producto en los centros comerciales —donde se distribuye 60 por ciento de lácteos del país— debido a los precios altos.
González Muñoz dijo que los productores están convencidos de que enfrentarán grandes retos para aumentar nuestro ingreso por la vía de la productividad y, obviamente, acompañada por una política de precios justos, la garantía de utilidades para reinvertirlas en infraestructura y en reposición de vaquillas. Habló de recuperar 150 mil empleos perdidos; reducir la pobreza y fortalecer la seguridad alimentaria.
Los productores del organismo, que agrupa a cerca de 150 mil pequeños y medianos productores del alimento en 20 estados del país, señalaron que durante cuatro administraciones federales sólo resultaron beneficiados grandes productores y la industria, en detrimento de 600 mil pequeñas unidades productivas que quebraron por incosteabilidad.
Álvaro González consideró que es necesario “voltear hacia los pequeños y medianos productores para transformar al sector lácteo, que será vital para alcanzar uno de los objetivos fundamentales que persigue el gobierno actual, como lo es la autosuficiencia alimentaria con productos puros y no con lácteos que simulan ser genuinos.
Un elemento importante en esta estrategia, añadió, es la revisión de los términos de tratados de libre comercio que lejos de beneficiar a los productores nacionales de leche tuvieron efectos devastadores para la economía de pequeños ganaderos, porque “sólo se beneficiaron unos cuantos productores: 854 socios de Lala y Alpura, que representan 0.56 por ciento del total nacional y a empresas privadas como Nestlé, Danone y Sigma, entre otras”. Esto alentó desde el gobierno las adulteraciones de productos y el consecuente engaño al consumidor sobre las cualidades nutritivas del alimento.
Recordó que entre 2013 y 2018 el público sufrió un aumento de 4.16 pesos por litro y a los productores correspondieron 0.63 centavos. “La realidad de esto explica la disminución en el consumo y el cierre de miles de establos. Los pequeños productores que sobrevivimos, trabajamos con pérdidas que, en promedio, son de dos pesos por litro”.
Igual, señaló Álvaro González, podemos afirmar que, en el mismo periodo, logramos aumentar la productividad de nuestras vacas, al pasar de producir 4 mil 600 litros por año a 9 mil 200 litros, y en sólidos, 270 kilogramos entre grasa y proteína propios de la leche. En México, prácticamente la totalidad del ganado lechero es estabulado, lo cual implica mayores costos de producción.
