Acusan cafeticultores a funcionarios de 4T de promover intereses de grandes firmas
Cafeticultores del país acusaron que funcionarios del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) bloquean las demandas del sector productor y promueven los intereses de grandes empresas, las cuales manipulan el comercio cafetalero y pagan el café cereza a 18 dólares por quintal, muy por debajo del precio internacional.
El asesor de la la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), Fernando Celis Callejas, expuso que a mediados de diciembre las principales comercializadoras del aromático en el mundo, Neumann (en México cafés California), Ecom (AMSA) y Volcafe hablaron de que habría fuertes pérdidas en la producción de café arábiga en Brasil por la sequía en meses anteriores. La primera, la mayor compradora global señaló que había daños irreversibles y que habría millones de sacos de perdida por ese fenémeno.
Por esos días, explicó en un comunicado, en el centro de Veracruz, México, los precios del kilo de café cereza fue de hasta 9.50 pesos y el quintal de pergamino de 2 mil 500 pesos. Sin embargo, en lo que va de 2021, el precio en bolsa se redujo por cada 100 libras alrededor de 6 dólares; pero en zonas producctoras veracruzanas bajó hasta 7.40 el kilo y el quintal de pergamino a no más de 2 mil 300 pesos.
Celis Callejas anotó que “es un abuso” y por más que los productores han pedido al gobierno revisar el esquema de comercialización de café en México, viciado en favor de las transnacionales, no se tienen avances.
En un comunicado añadió que es muy fuerte la influencia de dichas compañías encabezadas por Nestlé, que tienen como aliado principal al titular de la Sader, Víctor Villalobos, y otros funcionarios de esa dependencia y de la Secretaría de Economía, además de gobiernos estatales, como es el caso de Veracruz.
El dirigente de CNOC consideró “una gran incongruencia” del actual gobierno, porque desde la Presidencia todos los días se dice que se acabaron los privilegios para las grandes empresas y que los funcionarios actuarían con honestidad, transparencia y promoviendo los intereses de la población; pero resulta que en la comercialización del café sigue lo mismo, con funcionarios subordinados a los negocios de las empresas, en especial, las trasnacionales.
