Promoverá la ONU el consumo de legumbres por su alto contenido proteínico
Las legumbres -incluyendo todo tipo de frijoles y guisantes secos- son una fuente barata, deliciosa y muy nutritiva de proteínas vitales y micronutrientes que pueden ser muy beneficiosos para la salud y el sustento de las personas, en particular en los países en desarrollo: este ha sido el mensaje de la ONU al presentar hoy el Año Internacional de las Legumbres 2016.
“Las legumbres son cultivos alimentarios importantes para la seguridad alimentaria de buena parte de la población, sobre todo en América Latina, África y Asia, donde las legumbres forman parte de las dietas tradicionales y a menudo son cultivadas por pequeños campesinos”, señaló el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
“Han sido parte esencial de la alimentación humana desde hace siglos –añadió-, y sin embargo, su valor nutricional en general no es reconocido y con frecuencia resultan infravaloradas”.
“Las legumbres pueden contribuir de manera significativa a abordar las cuestiones del hambre, la seguridad alimentaria, la malnutrición, los desafíos medioambientales y la salud humana”, aseguró por su parte el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en un comunicado leído en su nombre durante la ceremonia de presentación.
Bajo el lema “semillas nutritivas para un futuro sostenible”, la Asamblea General de la ONU declaró 2016 como Año Internacional de los las Legumbres, para crear conciencia de sus muchos beneficios, promover su producción y comercio, y fomentar usos nuevos y más inteligentes en toda la cadena alimentaria .
En un gesto simbólico tras su intervención, el Director General de la FAO plantó semillas de habas en una maceta con tierra, declarando inaugurado el Año Internacional.
Potencial sin explotar
Las legumbres forman parte de la cultura alimentaria y de la dieta básica en buena parte de las regiones del mundo y son un ingrediente clave en muchos platos nacionales y regionales tradicionales, como el falafel, el dahl y los frijoles cocidos.
Hay cientos de variedades de legumbres cultivadas en todo el mundo. Entre las más populares figuran todas las variedades de frijoles secos, como las alubias, habas de Lima y frijolillos. Pero también están los garbanzos, caupís, frijoles de carete y guandules (más información en: ¿Qué son las legumbres?).
Son una alternativa asequible a las proteínas de origen animal –con un coste más elevado- y por tanto ideales para mejorar la dieta en las zonas más pobres del mundo. La proteína procedente de la leche, por ejemplo, resulta cinco veces más cara que la que obtenida de las legumbres.
Debido a que las legumbres alcanzan precios que son el doble o triple que los de los cereales, tienen gran potencial para sacar a los agricultores de la pobreza rural, y su procesamiento abre oportunidades económica adicionales, especialmente para las mujeres.
Beneficios para la salud
Aunque pequeñas, las legumbres están repletas de proteínas: el doble de las que se encuentran en el trigo y tres veces las del arroz.
También son ricas en micronutrientes, aminoácidos y vitaminas del grupo B, que según subrayó hoy el Director General de la FAO, son elementos clave de una dieta saludable.
Bajas en grasas y ricas en nutrientes y fibra soluble, las legumbres son también excelentes para controlar el colesterol y la salud digestiva, y su alto contenido de hierro y zinc las convierte en un alimento poderoso para combatir la anemia en las mujeres y los niños. Son un ingrediente clave en las dietas saludables para hacer frente a la obesidad y prevenir y gestionar enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiopatías coronarias y el cáncer.
Debido a su alto contenido nutricional, las legumbres son un alimento básico en la ayuda alimentaria de emergencia y al no contener gluten, también son adecuadas para los pacientes celíacos.
Beneficios para los animales y el medio ambiente
Pero las legumbres no sólo benefician a la salud humana: también mejoran la del ganado y promueven suelos sanos y la biodiversidad.
Los residuos de los cultivos de legumbres pueden usarse como forraje para aumentar la concentración de nitrógeno en la dieta, mejorando la salud y el crecimiento de los animales.
Graziano da Silva subrayó en particular cómo las propiedades fijadoras de nitrógeno de las legumbres pueden mejorar la fertilidad del suelo, lo que incrementa a su vez la productividad de las tierras agrícolas, y elimina la dependencia de los fertilizantes sintéticos. Ello conduce a una menor huella de carbono e indirectamente, a menores emisiones de gases de efecto invernadero.
Es más, al mejorar la salud general del suelo, las legumbres promueven la biodiversidad subterránea, creando un entorno adecuado para gérmenes, insectos y bacterias de diversos tipos.
Debido a que las legumbres -como grupo-, son muy variadas genéticamente, tienen también gran potencial para la adaptación al cambio climático, ya que permiten a los agricultores seleccionar nuevas variedades y ajustar su producción a las cambiantes condiciones climáticas.
Por último, su uso como cultivo de cobertura y en los sistemas de cultivo intercalado –plantar legumbres entre otros cultivos o dentro de un sistema de rotación- puede ayudar a reducir la erosión del suelo y a combatir las plagas y enfermedades.
Fuente: FAO