Ácidos orgánicos contra enfermedades de plantas
Los tres ácidos orgánicos más empleados en la industria son: ácido cítrico, ácido ascórbico y ácido láctico. Los dos primeros se encuentran en frutas cítricas como el limón, mientras que el ácido láctico se produce en los tejidos de animales, sin embargo, de manera comercial los tres ácidos se extraen vía fermentación de glucosa.
El ácido cítrico es utilizado en el manejo de flores para cicatrizar los cortes y evitar la penetración de bacterias y hongos que pueden disminuir su vida de anaquel. Mientras que el ácido ascórbico además de su efecto antimicrobiano, se emplea por su efecto antioxidante que ayuda a reducir el estrés de las plantas.
Los ácidos orgánicos cobran importancia como ingrediente activo en diversos productos para el control de enfermedades de las plantas, debido a su efecto antimicrobiano. Dichos ácidos al ser aplicados en los cultivos provocan en primera instancia un efecto que reduce el Ph extracelular de las bacterias y hongos que los atacan, impidiendo su reproducción.
Pero, el efecto considerado más importante se consigue cuando el ácido se aplica en forma no disociada; ya que de esta manera se altera el Ph interno de la célula de la bacteria, generando una mayor presión osmótica que hace que la membrana celular se debilite y explote, de manera que él hongo o bacteria muere.
Cada uno de estos ácidos tiene un efecto específico en forma individual, por lo que cuando se combinan su efecto se potencializa al generar una molécula diferente que tiene la capacidad de penetrar directamente la membrana celular del hongo o bacteria, produciendo un efecto mortal en organismos patógenos.
Los ácidos orgánicos actúan a nivel de membrana celular sin afectar el ADN de la bacteria, por lo que no crean resistencia en los microorganismos patógenos; por el contrario, hay productos elaborados con ácidos orgánicos y compuestos fenólicos que tienen el propósito de inducir resistencias en la planta, es decir, que al aplicarse de manera constante crean mecanismos de defensa contra el ataque de patógenos.
