Frutas y Hortalizas

Medidas del FDA ponen en riesgo próximo ciclo tomatero de Sinaloa

Las divisas generadas para México por las ventas de esta hortaliza al exterior representa 900 millones de dólares al año, de las cuales Sinaloa aporta más de la mitad; Baja California exporta 120 millones de dólares y es de los más afectados; aunque luego de las presiones de productores y autoridades mexicanas este fin de semana la FDA incluyó a la entidad en la lista de zonas productoras sin riesgos por salmonela.

Representantes del gobierno mexicano se reunirá este lunes con autoridades de la FDA con el fin de alcanzar un arreglo para el producto mexicano sean aceptados por compradores americanos.

En entrevista con Imagen Agropecuaria, en el marco del Foro Global Agroalimentario del Consejo Nacional Agropecuario, Mario Haroldo Robles Escalante, gerente de la Comisión de Investigación y Defensa de las Hortalizas de Sinaloa, consideró que las autoridades mexicanas tendrán que negociar fino, ya esta semana los productores de hortalizas sinaloenses tienen que determinan qué variedad de semilla comprar, preparar terrenos, poner semilla en invernadero para producir plántula y hacer trasplantes; pero no podemos arriesgarnos a hacer una inversión tan grande para producir tomate sin saber si vamos a poder exportar o no.

El representan de ese organismo de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), remarcó que se necesita una determinación rápida, lo más pronto posible, del FDA para analizar qué estrategia vamos a seguir como productores.

La medida de la autoridad estadounidense pone a los agricultores de Sinaloa en una situación de incertidumbre, ya que tenemos que iniciar los preparativos para el ciclo siguiente y esto nos puede llevar a no sembrar 10 mil hectáreas de tomate en Sinaloa, superficie en la que se producen alrededor de 320 mil toneladas para exportación, anotó Robles Escalante.

Dicha entidad produce otras 350 mil toneladas destinadas al mercado nacional, que tampoco estaría abastecido, porque no resulta conveniente o no es negocio enfocar esta superficie destinada a todo un proceso de exportación –que involucra invernaderos, casa sombras, envarados, riego por goteo, plásticos, empaques, cuartos fríos o infraestructura en transporte– sólo para el mercado nacional, donde no se tiene la capacidad de compra ni puede pagar el precio para poder subsanar dichos costos, remarcó.

Manifestó que si se llega a cerrar la frontera al tomate mexicano, para noviembre o diciembre, cuando tenemos la producción encima, el daño sería enorme.

Explicó que en México hay dos ciclos productivos de tomate, el que abarca invierno y primavera, que empieza en diciembre y termina el 31 de mayo, y el de verano, donde sobresale la producción de Baja California.

El brote ocasionado por Salmonella Saintpaul, se detectó a finales de abril, tres semanas antes de terminar la cosecha y Robles Escalante estimó que afectó alrededor del 10 por ciento de exportación de invierno; sin embargo, quienes apenas iban a empezar a producir, en entidades como Baja California y los productores de invernadero del resto del país, Jalisco, Coahuila y Michoacán, no pueden vender su producto.

Lo anterior, puntualizó, no se da porque Estados Unidos haya cerrado la frontera, sino porque el FDA lanzó una alerta al público consumidor y restaurantes, advirtiendo sobre el peligro que representa comer tomate de las variedades Roma-Saladette y Bola de zonas no seguras –donde no incluye a sus estados productores y a países como Canadá–; donde esta México.

Autoridades y productores mexicanos coinciden en qué el FDA no tiene una determinación contundente, científica, un resultado definido en materia de rastreabilidad, que apunte a que el tomate mexicano fue el causante de la salmonela; en todo caso, en México la Secretaría de Salud no reporta ni un sólo brote epidemiológico ocasionado por dicha bacteria.

Ningún antecedente de tomate mexicano contaminado con salmonela

Haroldo apuntó que desde la firma del TLCAN en 1994, los países se comprometieron a liberar de aranceles y trabas a la exportación de tomate mexicano, que ha venido creciendo y de alguna manera representa una competencia directa a la producción de Estados Unidos, que se da en invierno en Florida y en verano en California.

Del año 2000 a la fecha en tomate se ha duplicado el valor de las exportaciones al pasar de  440 millones de dólares a 880 millones de dólares. Estados Unidos compra a México 84 por ciento de todos los tomates que importa.

México es el segundo exportador de tomate a territorio estadounidense después de España y en 100 años que llevamos exportando y no se ha tenido casos de contaminación de ningún tipo de bacteria asociado con esta hortaliza. En Estados Unidos  de 1990 a la fecha se registran doce brotes de contaminación de diversos tipos de bacterias y ninguno ha estado asociado con nuestro país, por lo que es muy poco probable que sea causante de este brote, subraya Robles Escalante.

De continuar esta medida, estaríamos en una situación “muy crítica”, consideró Haroldo, quien afirmó que las prácticas de seguridad en empaque y producción, en materia de inocuidad, en Sinaloa son en muchos casos mejores que en los Estados Unidos.

 

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