Mermelada de zarzamora orgánica, delicia exportable

La miel de maguey es baja en calorías, contiene vitamina B y C, niacina, fósforo, hierro, calcio, fibra y es apto para pacientes con diabetes, afirma Magdalena Amieva, promotora de productos orgánicos del IPN.
Al combinarse este dulce con la zarzamora orgánica, explica la experta, se obtiene un producto natural rico en antioxidantes naturales y antígenos que ayudan a la salud.
El néctar de maguey ya se comercializa en tiendas de productos orgánicos y en fechas próximas se pretende entrar a la Comercial Mexicana, también con la mermelada.
La zarzamora orgánica se produce en Michoacán, concretamente en la Hacienda Caracha, donde el impacto económico regional ha sido importante. En Hidalgo, se ha evitado el incremento de la migración, de hombres sobre todo, se han formado cooperativas productivas de mujeres para fabricar mermeladas, se han instalado plantas productivas.”De la nada han sacado todo un sistema económico en su comunidad”, expresa Magdalena Amieva.
Respecto a las dificultades que existen para este tipo de mercado, la promotora refiere que en México no tenemos cultura para consumir productos saludables, que aunque cuesten un poco más caros son benéficos para la salud; otro problema es que los compradores locales buscan precio no calidad y la mayoría de productos se exportan, como es el caso de un tipo de jarabe hecho a partir del néctar de maguey que se vende a Europa.
Sin embargo, afirma Amieva que “poco a poco la gente se esta obligando a consumir productos saludables por el índice de problemas de salud que hay en el país”.
Por eso otro de los objetivos del IPN es buscar que los productos mexicanos no sólo se exporten, sino que también que la gente los conozca y los consuman en territorio nacional.
Para encontrar la fórmula de la mermelada de zarzamora orgánica se tuvo que revisar los diversos usos, ya que el néctar de maguey se puede emplear como aderezo, en pasteles u otros alimentos. La mezcla de investigación con una buena producción da buen resultado.
El objetivo del los investigadores y estudiantes del IPN es “buscar el comercio justo, el apoyo a comunidades rurales, que se haga investigación en México y que se genere una red de productores y de consumidores concientes de cultivar y comer productos naturales mexicanos y saludables”, remarca Amieva.
En lo que representa un caso exitoso de vincular a la academia con el sector productivo, el IPN apoya con un equipo multidiciplinario, donde participan técnicos, especialistas en comercialización, quienes a través de este tipo de proyectos obtienen un grado o realizan servicio social.
Buscamos diferentes producciones que no han estado en la mira de los empresarios mexicanos, maguey, nopal y xoconostle, productos abundantes en México, pero que aquí no le tomamos importancia y en otros países sí, anota la especialista.